Aғᴛᴇʀɢʟᴏᴡ¹ || Ikaris [The Eternals]

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—Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 26—

ACTUALIDAD

Gold estaba en shock viendo un punto fijo mientras se tronaba los dedos en una manía. En su mente se repetía la muerte de Gilgamesh y cómo si no hubiera estado tan enfadada y sumida en su ira contra el desviante hubiera podido hacer algo por él.

Además, que la voz de su madre le había dado justo en su parte sensible, no había entendido del todo el dolor de su pérdida hasta hoy, cuando la escuchó y todo su mundo se vino abajo.

"Sabes que estás perdido cuando todo lo que quieres muere" escuchó a Wanda en sus pensamientos. Esa frase se la había dicho después de haber matado a Thanos y que cada uno siguiera su camino.

Iba entendiendo porque la sokoviana había hecho lo que hizo, la tristeza y las pérdidas te consumen, pero te consume aún más saber que pudiste haber hecho algo más.

Sintió una lágrima bajar por su mejilla mientras escuchaba las preparaciones para quemar el cuerpo de Gilgamesh, quería levantarse y ayudar, pero no podía. Simplemente sus piernas no recibían la orden de levantarse.

Sintió una desesperación subirle por la garganta y tuvo que cerrar los ojos para no vomitar y controlarse, Druig al ver eso se sentó a lado de ella y le dio la mano, con ese simple gesto fue suficiente para que la eterna volviera a tener calma.

Como había descubierto hace poco luego de ver la serie de Teen Wolf, tener anclas era algo bueno y las suyas eran su familia y amigos.

Se quedaron en silencio por un rato, Druig sabía que se culpaba por la muerte de Gilgamesh, pero realmente no hubiera podido hacer nada, cuando llegó el desviante ya había consumido gran parte de su energía.

― No es tu culpa, lo sabes ¿verdad? ― rompió el silencio sacando ese lado dulce y tierno que solo sucedía con ella y con Makkari.

Gold bufó alejando su mano de la de Druig mientras apoyaba sus codos en sus rodillas y observaba la fogata que estaban haciendo. ― Pude haber hecho algo, no solo pelear contra el desviante que si no hubiera llegado Ikaris también se habría llevado mis poderes.

Druig chasqueó la lengua en señal de negación. ― Créeme que no, no habrías hecho nada por salvar a Gilgamesh porque tenemos que ser sinceros, cuándo llegaste las cosas ya estaban en su punto final, solo le diste un suspiro más que te aseguro te agradecerá por siempre.

Gold sollozó sin poder contener sus emociones más. ― Primero mi madre y luego Gil, no quiero que alguien más muera. No podría soportarlo.

Recordó el dolor que tuvo cuando Natasha y Tony murieron, sus amigos mundanos a los que verdaderamente les había tomado cariño se murieron y ella no había hecho nada, la historia parecía repetirse y tenía miedo de que alguien más saliera lastimado.