. 1: No Hay Tiempo Que Perder

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La venganza es un sentimiento muy habitual, sin embargo solemos caer en ella mucho menos de lo que imaginamos, por fortuna, a las ansias de recomponer nuestro honor se le suele cruzar algún tipo de tarea que nos urge, y por la que al final vamos olvidando y absorbiendo lo ocurrido. Hay frases de venganza que, servirán por lo menos para amenazar un poco, para meter el miedo en el cuerpo, aunque luego, como siempre, no hagas nada, y para qué, si al final una venganza no es más que tiempo perdido regocijándonos en algo que, para nosotros, ha sido doloroso.

La noche era oscura, sólo las estrellas hacian brillar el hermoso paisaje, el clima era frío pero tolerable al cuerpo, lo mejor era disfrutarlo con su persona favorita, Jungkook y Jimin disfrutaban de la compañía del otro.

Un par de cuerpos perfectamente trabajados, tumbados sobre una balinesa a la orilla de la playa, jk no podía quitar la mirada del hermoso castaño a su lado, pues le estaba dando la mejor vista de su vida, ese redondo trasero embutido en un bañador negro que no dejaba nada a la imaginación y hacía resaltar su blanquecina piel. Verlo siempre lo ponía mal, sabía que no podía resistir semejante obra de arte ni su belleza etérea....

Jimin era un poema que a Jungkook le gustaba leer con sus manos, pasar de hoja con sus labios y ser aclamado como autor mientras susurraba su nombre con pasión desbordante.

Jk estaba extasiado acariciando a su castaño, a ese chico, SU chico, su mayor debilidad en la tierra, le encantaba devorarlo de pies a cabeza sin dejar un gramo de piel sin recorrer.

Cada encuentro era una nueva oportunidad de redescubrir cada rincón de su ser y darse cuenta cómo cada parte de su piel lo reconocía en cada beso y caricia que le daba. Sabía que lo llevaría siempre tatuado en el alma...

Jimin solo se dejaba hacer, encantado con todas las facetas de su hombre, romántico, tierno, posesivo y desenfrenado.....

Jk besaba la piernas y lamia las rodillas del castaño, eso era tan placentero para los dos, subía al muslo derecho clavando sus dientes y besando su piel; seguía mimando el cuerpo del castaño haciendo caricias en la pelvis, dejando besos húmedos en su miembro semi erecto sobre la tela, adoraba dejar marcas en la piel lechosa de su jimin; este mordía su labio inferior, de su boca salían algunos gemidos, su piel estaba totalmente erizada, sus emociones a flor de piel, ver su JK entre sus piernas era su imagen favorita.

Ver el pecho del castaño expuesta y tan disponible lo tenía en el limbo, su ombligo fue el punto de partida entre el reguero de besos que dejó en su abdomen y torzo, trazo una línea curva al rededor del pezon izquierdo y sus dedos presionaban el derecho, estimulando tanto al chico que soltó un sonoro gemido, que fue tragando por el sonido de las olas.... Jungkook se tomaba su tiempo, hacia perder los estribos de su amante, lo llevaba al límite mordiendo y chupando su cuerpo entero, jugaba con la temperatura de su piel, tibio por su aliento al lamer y frío al inhalar para morder, su piel estaba rosada y erizada, fría y caliente.......

Jk estaba perdido en un ardiente beso, jimin era el cielo y el infierno juntos. Podía ser tierno al sonrojarse por un simple cumplido o tan descarado y ardiente como se lo propusiera.

Besos ya no eran suficientes ni las caricias o toques de piel, mientras besaba su cuello subió sus sus manos e introdujo dos dedos a la boca entre abierta del castaño, ya húmedos, llevó uno a su entrada, arrancando un suspiro intenso acompañado de ligeros jadeos.

Jimin ardía en llamas

Los jadeos y gemidos, acompañados del sonido de las olas rompiendo en la orilla de la playa, sonaban como una melodia perfecta, creada especialmente para los oídos de Jungkook, sonido que sería guardado en su mente por el resto de su vida.

VENGANZA Where stories live. Discover now