23 ! No sé qué hacer sin ti.

8.2K 737 405
                                    

Fargan estaba en un día especial, era una mañana mientras recibía su placa que brillaba; su uniforme estaba planchado y el color hacia un arcoiris contra el sol.

— ... — estaba nervioso, una gota de sudor corrió por su rostro.

— Cariño, por fin tienes este trabajo, no? — sujetaba su espalda acariciando la tela de la ropa, era una mujer de mediana edad que estaba abrazando a aquel chico de 19 años.

— Sí. — fargan estaba consternado mirándose al espejo, había recibido el puesto de uno de los mejores agentes de su generación sobre la institución.

Pero él sabía que no se merecía aquel puesto, cualquiera puede haberlo superado en todas las pruebas, su jefe lo había subido de rango solo por un par de billetes.

Su madre lo había estado torturando con conseguir el trabajo de policía por mucho que fargan no quisiera tener esa Facultad.

se esforzaba en cumplirlo naturalmente pero simplemente era muy debilucho, así que su madre tuvo que pagar.

Le preocupaba que su madre pagará con algo más que con dinero, porque lo hacía sentir como una carga.

Finalmente cedío, disculpándose con sus compañeros por aquel ilegalidad, por aquel suceso que marcó al agente Fargan como un farsante.

— No tengas esa cara larga. — dijo la señora acomodando el flequillo del joven.

Trató de sonreír, incluso si se sentía pésimo, solo para evitar alguna que otra cachetada de insatisfacción por su madre.

Es por eso, que cuando vegetta le dijo todo lo que dijo, le dolió recordar el hecho de que...era verdad, sus padres habían pagado para que pudiera ser alguien en la vida.

Había engañado toda una sociedad que debía proteger, aunque fuera por obligación, era su deber.

Había dejado que un criminal mayor escapara, solo porque no fue fuerte, no fue rápido ni lo pensó; como debía ser un agente.

Estaba viendo la comida del Hospital servida en una bandeja, sus ojos se dilataron una vez escuchó la voz de su compañero.

— Tiene razón. — dijo alexby con la mirada pegada en fargan.

— ...Lo sé. —

— Eres un pésimo policía. — eso hizo que fargan se exaltara, ya lo había entendido por qué repetirlo?...

— Pero eres una buena persona, fargan. — sonrió.

— No, no lo soy, si lo fuera hubiera tenido los huevos de matar a Rubén. —

— ...Ser una buena persona no significa que no puedas cometer errores. —

Alexby se pusó a pensar una vez decir aquella frase.

— ...suena mal en el contexto que dejaste que nos drogaramos e hiciéramos tráfico de drogas contigo siendo agente. — río a la par del castaño que parecía algo más tranquilo.

— Pero que puedo hacer, alexby..? Soy un niñato al fin y al cabo, no sé ser un policía ni alguien responsable, me hubiera ido por su mismo camino si tan solo tuviera la oportunidad. —

— Si, todos somos niñatos una vez, fargan. — cerró sus ojos.

— Para crecer hay que pasar por procesos y por tus propias cagadas, pero primero hay que aceptar lo que hiciste. — su garganta se iba desvaneciendo.

— Alexby... —

— No vas a crecer hasta que enfrentes tus miedos, hasta que trates de hacer algo al respecto, eres mal policía fargan, pero tienes potencial, que nadie te diga que no puedes lograr cosas... — su corazón se estaba empezando a debilitar puesto los latidos se iban apagando.

— ALEXBY, ESPERA. — no entendía cómo podía estar muriendo si hace días que estaba estable.

— Yo no tengo mucho que hacer, Fargan, no quiero vivir así...así que por favor, salvalos, una última vez antes de irte, antes de volver a caer. —

— ALEXBY. — veía a enfermeras y al propio doctor entrar a la sala, tratando de reanimar el cuerpo de alexby tumbado en la camilla.

(...)

No entendía donde estaba o qué estaba haciendo, no recordaba lo qué estaba buscando o porqué lo hacía.

Se hallaba en un camino sin salida y sin horas de haber ingerido alguna de sus pastillas, el dolor lo estaba matando, prácticamente las voces estaban aumentando y estaban aturdiendo su sensibilidad.

De forma que ni siquiera había notado cuando estaba frente al edificio que contenía el apartamento de quackity.

Con cuidado aprovechó que la recepcionista estaba distraída para volver a aquel ascensor.

Sin mucho cuidado usando un pequeño palo desde su bolsillo pudo abrir la manilla con delicadeza, abriendo la puerta por completo.

Pudo oler como si toda la comida estuviera caducada, y así era, no había nada que estuviera bueno o si quiera medianamente bien. 

Paseaba por los pasillos buscando alguna idea, alguna pista o algo que le dijera qué hacer ahora.

No tenía motivación más que matar a alguien, y ahora que lo pensaba era una razón bastante enferma.

Había estado llamando psicópata a Rubén mientras él también era lo mismo.

Había estado usando a quackity para tener una meta, algo por lo que vivir, porque no le quedaba nada más.

No era una buena persona y se había estado apoderando de una que sí era.

Pero ahora mismo no tenía ganas de hacer nada, ni de pensar en ello, en todo lo que había hecho succionando el cariño de quackity.

Se sentó en la cama que se supone que tenía quackity para así acostar su cabeza en la almohada, podía sentir su olor de él y parte de alcohol.

Parecía que su mente se estaba fragmentando cada vez que pasaba su rostro por aquellas sábanas, sin saber cómo reaccionar.

Le dolía cada vez que pensaba en Auron, le dolía seguir comparándolos por mucho que vegetta le gritó las diferencias como si fuera un bebé aprendiendo cómo decir "mamá".

Se estaba desesperando, todo le estaba yendo abajo y para variar no había ido a revisar su medicina a su hogar, porque sabía lo que se vendría.

Un mensaje casi lo despierta por completo, se había estado quedando dormido en aquella cama.

Era vegetta quien le había escrito hace unos minutos.

Estaba desconcertado, no sabía si era una trampa o si debería confiar puesto la razón de sus palabras, pero odiaba discutir en ese estado.

Vegetta; Donde estás?

Luzu; qué necesitas?

Vegetta; te has tomado tu medicina?

Luzu; ...estoy en el departamento de rubius.

Vegetta; voy para allá.

Después de eso apagó el teléfono por completo, tumbandose nuevamente como si quisiera morir; y eso es lo que quería.

Todo lo que hago es por amor (Borrador) Where stories live. Discover now