12 ! Perdoname.

9.4K 1K 1.3K
                                    

Luzu estaba fumando en el balcón de la habitación mientras veía de reojo como quackity se abrazaba así mismo en la cama.

Su mente estaba revuelta, no sabía qué hacer o qué decir luego de lo que había hecho y dicho.

No se arrepiente de lo que dijo, si no de cómo lo expresó.

Quería que quackity le dijera su mierda de una vez, que le confesara que NO estaba jugando con él.

No entendía por qué le era tan fácil ver a Auron en quackity.

Esa sonrisa, la expresión en su rostro, o cuando se reían de su forma de hablar.

Quería explotar, quería golpear a quackity con toda fuerza, una fuerza inimaginable, por mentirle, por querer usarlo.

- Lusu. - jadeó.

Se resignó, por ahora necesitaba el cariño del menor en su interior, necesitaba esa paz, así que está vez sería él quien lo usaría para sentirse mejor.

- Perdón. - dijo sin pensar, de hecho fue como un reflejo, no quería lamentarlo.

- Tengo miedo de ver a Rubén. - seguía jadeando mientras cubría su rostro lleno de lágrimas.

Suspiró, y se acostó a la par de quackity para así llevarlo hasta él, recosto la cabeza en su pecho.

Así logró lo que quería, quackity se aferró a él abrazandolo mientras lloraba escondiendo su rostro.

Quackity lo necesitaba, y luzu también a él.

Quackity le tenía miedo a rubius, y ese miedo, iba a convertirse en venganza, la venganza que iba a crear luzu para destruir uno por uno.

(...)

Era sábado en la mañana cuando luzu despertó a quackity hecho bolita en una esquina de la cama.

- Pesadillas. - susurró con poca energía.

- Tengo pastillas para dormir. - dijo mientras jugaba con los mechones de cabello negros que tenía entre sus dedos.

- Me dan miedo las drogas. -

- Te servirá para dormir. -

- Vas a cuidarme mientras duermo? - sollozó.

- ...rubius no vendrá, y lo haré, lo prometo. -

- Gracias. - aunque esas palabras dolían, aceptó las pastillas que le dio luzu junto a un vaso de agua.

Cayó profundamente dormido, algo que sorprendió a luzu fue la palidez de la piel de quackity.

Él no era totalmente blanco, pero tampoco moreno, de hecho, a su criterio personal era un color de piel hermoso y especial.

Quackity puede que estuviera padeciendo una enfermedad, que no estuviera comiendo bien, o algo más.

Pero no pensó mucho en eso, no tenía derecho a fingir que le importaba.

Aprovechó la estancia de quackity para poder llamar alexby, no había ido al departamento y también tenía dudas respecto al menor que quería conversar con él.

"Llamar a alexby". Con un tono de teléfono sonando.

- Alexis. - susurró por el balcón con la boca afligida gracias al cigarrillo.

- Cómo están? - preguntó el chico con tono preocupado.

- Él está descansando, qué está pasando? - su voz ya no era la misma, estaba furioso y alexby lo comprendía, así que quiso decirle...evadiendo palabras que no estaba seguro de exponer.

Todo lo que hago es por amor (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora