Helado

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Esta vez ya no eran solo los hombres de Kim los que lo perseguían, el propio Kimhan decidió seguirlo, era casi imposible perderlo, dio vueltas y vueltas por la ciudad, incluso bajó a la casa de la segunda familia, pero Kim realmente no estaba dispuesto a perderlo de vista. Vegas estaba furioso con toda la persecución sin fin. Tomó medidas drásticas y decidió salir de la ciudad, siguiendo el lado opuesto de la casa donde estaba Porchay, cambiando de auto dentro de un túnel abandonado. Vegas está cansado y hambriento, solo quiere llegar a Porchay lo más rápido que pueda, necesita ver al más joven.

– Hola, Ohm, tengo una misión para ti… – dice Vegas al teléfono.

...

Después de una hora y media que a Vegas le pareció una eternidad, el auto se detuvo entre los árboles junto al río. Ohm, uno de sus guardias de seguridad, estaba parado frente al auto con el que venía, estaba esperando al jefe, Vegas no quería que le entregaran el paquete antes de que él llegara, quería ver la reacción de Porchay.

- Buenos días, Sr. Vegas, le traje lo que pidió - Ohm se inclinó ante el hombre que se bajó del auto.

- Gracias, Ohm, ahora podemos ponerlo en el bote, nos vamos - advierte Vegas, los guardias de seguridad comienzan a cargar cajas en los botes que usan para cruzar a la casa.

Cuando Vegas entra por la puerta, llega nervioso Porchay, ve el rostro del otro hombre todavía magullado y hombres que llevan cajas a la casa, se acerca al hombre un poco confundido.

- Lo siento, pero ¿qué está pasando? – Porchay mira a los hombres de traje que aún no había visto, sabe que son guardias, pero aún no los ha visto allí.

– Abre la caja y verás – sugiere Vegas, agarrando los hombros de Chay y girándolo para que esté de espaldas a él y mirando hacia la mesa del comedor donde se han dejado dos grandes cajas de cartón.

- No me engañes ¿por qué no te lo has vendado todavía? – Porchay dirige su atención al hombre mayor – Tú y Kim son dos idiotas ¿por qué pelearon?

– Nada de lo que tengas que preocuparte – Vegas apartó la mano de Chay de su rostro y la besó.

- Vamos a vendar esto, por favor - insistió Porchay, Vegas solo puso los ojos en blanco, suspiró y fue tras el botiquín de primeros auxilios.

Porchay estaba nervioso de que tal vez había irritado a Vegas, pues solo le dio la espalda y se dirigió al pasillo, entró a su habitación, puede calmarse cuando Vegas apareció nuevamente en el pasillo con una caja transparente en sus manos. El hombre se acercó y dejó la caja en manos del joven, sonrió y se sentó en el sofá.

– ¿Tienes tantas ganas de curarme? Así que hazlo – respondió Vegas, sin poder contener su sonrisa, le gustaba esa atención y preocupación de Porchay.

- Cierto – el chico se inclinó, para poder aplicar los productos, se apoyaría en el sofá, Vegas solo jaló a Chay para que se sentara en su regazo, una sonrisa avergonzada y las mejillas rojas de Porchay lo hacían adorable.

El más joven limpió las heridas, aplicó unguento y cubrió cada una. Era obvio que estaban muy cerca, pero Porchay levantó la vista y se encontró de inmediato con los ojos oscuros de Vegas. Los labios del mayor rozaron los del menor, quien respiró hondo, abrió los labios y cerró los ojos.

– ¿Vas a huir de nuevo esta vez? – preguntó Vegas.

– No – y esta vez Porchay inicia el beso, solo se inclina.

Vegas toma la cintura de Porchay, acercándolo aún más, Chay pone sus manos sobre los hombros del mayor y aprieta la camisa del otro, suspirando en medio del beso. Vegas no ve la hora de escuchar los gemidos del menor, coloca su mano justo en las mejillas de Porchay, intensificando el beso, haciendo que el otro abra la boca permitiendo la invasión de su lengua.

Jadeaban, las frentes se tocaban, dejaron de besarse solo por falta de aire.

– Ahora abramos las cajas – dice Vegas, golpeando a Porchay en el trasero.

– Vale – Porchay le devuelve la mirada con el ceño fruncido, pero con una sonrisa en los labios.

- ¿No te gusto? – preguntó Vegas preocupado.

– Está bien, solo pensé que era raro, no está mal – Porchay se ríe, nunca he visto a Las Vegas nerviosa.

Al llegar a la cocina y abrir las cajas, Porchay queda impresionado y preocupado por la cantidad de helado que hay en las cajas.

– Se suponía que íbamos a ver esto pronto, podrían derretirse, parece que tienen todos los sabores disponibles – Porchay mira las ollas, cada una con un sabor diferente.

– Es porque hay, no me dijiste qué sabor de helado querías – dice Vegas mientras ayuda a desempacar la otra caja.

Porchay piensa un momento en la frase que dijo Vegas antes de que se echara a reír, ni siquiera había pedido el helado de verdad, no esperaba recibir ninguno, ni imaginaba ganar una caja con potes de todos los sabores disponibles. Vegas sigue empacando los paquetes, pero mira con curiosidad al chico que sigue riéndose a carcajadas.

– ¿De qué te ríes de todos modos? – pregunta Vegas.

- No hablaba en serio lo del helado, no esperaba que lo trajera, cuando lo vi pensé que era de ustedes – indica Porchay a Vegas y a los hombres que están afuera de la casa haciendo seguridad.

– No, son todos tuyos – responde Vegas.

- Gracias - Porchay saltó emocionado y abrazó al otro por la cintura, separándose pronto.

Porchay eligió el sabor a bayas y le dio a cada uno de los guardias un helado, uno para Vegas y el resto guardado en el refrigerador. Vegas envió a Off a descansar cuando decidió cocinar para Porchay.

– ¿No quieres ayuda? Chay estaba sentado en el mostrador que separa la cocina del comedor.

- ¿Sabes cómo cocinar? – Vegas está cortando ingredientes, sería el plato favorito de Chay.

– Hm, depende de lo que creas que es saber cocinar – dice Chay.

– Eso es un no, así que no – responde Vegas con una risa.

– Mal – dice Porchay y apoya su barbilla en sus manos, suspira y espera a que su cena esté lista.

Traducción de último capítulo que fue publicado de la fic original ❣️ aún terá más capitulos pero solamente cuando la original avanzar.

Secuestro y Obsesión (VegasChay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora