Secuestro y Obsesión (VegasChay)

Macao

Luego de la negociación y acuerdo Vegas salió de la casa de la familia principal, ahora podía moverse nuevamente por la ciudad, por lo que aprovechó para visitar a su hermano, Macao. Se subió al auto y el conductor fue directamente a la casa de la segunda familia, estaba aliviado de que su padre se hiciera cargo de los negocios, así que Macao y él tendrían un momento de tranquilidad en la casa. Tan pronto como pasa la entrada, siente el cuerpo de su hermano chocar con el suyo en un abrazo sin aliento.

– Gran hijo de puta ¿en qué diablos estabas pensando cuando decidiste enfrentarte así a la primera familia? Ya estaba esperando que me llamaran a tu velorio – Macao abraza a Vegas, lo extrañó – ¿Ya solucionaste todo? ¿Vienes a casa? – Macao se aparta para mirar a su hermano y Vegas nota un moretón en su labio y pómulo.

– ¿Qué fue eso? ¿Papá te golpeó? – Vegas sostiene a su hermano por la nuca para que pueda evaluar la cara de su hermano.

– Este viejo está loco, pero no fue él, para desquitarse conmigo me obligó que hiciera entrenamiento todo el día, así lo conseguí – Macao parece ser sincero, lo mira a los ojos mientras cuenta.

– De acuerdo – Vegas suspira y suelta a su hermano mientras los dos entran a la casa.

– Pero aun no me respondiste, solucionaste todo? – insiste Macao.

– Sí y no – Vegas es vago y Macao lo mira confundido – Bueno, soy libre así que no tengo que esconderme, pero estoy bajo vigilancia y mi garantía se quedará conmigo por un tiempo.

– ¿Garantía? – Macao entrecierra los ojos.

– No te preocupes hermano, hay cosas que no necesitas saber y en las que no debes entrometerte, simplemente no voy a vivir aquí por un tiempo, dormiré afuera todos los días durante un par de meses – Vegas advierte y Macao sigue mirándolo con recelo.

Los dos pasaron todo el día juntos, almorzaron y Vegas prometió volver a casa todos los días para ver cómo estaba su hermano, Macao tenía que contarle todo lo que le pasaba, tenía que defenderlo de su padre. Su padre era agresivo y Vegas preferiría ser golpeado solo que ver a Macao lastimado.

Alrededor de las 6 pm, sus amigos comenzaron a llamar a su celular, invitandolo a una fiesta, necesitaba regresar a la casa de la aislada para poder cumplir con las demandas de Korn y hacer que Porchay se sintiera cómodo en la casa, pero no estaba tan emocionado de volver y tener que aislarse en ese lugar nuevamente, por lo que aceptó. Tenía puesto una camisa blanca, jeans y una chaqueta de cuero, se montó en su moto y la puso en marcha.

A las 10 de la noche ya regresaba a la casa aislada oliendo a cigarro, bebida y marihuana, observa un auto siguiéndolo, los pierde y llama a sus hombres para que lo recojan, uno de ellos toma su moto para el lado contrario y Vegas sube al auto que lo lleva cerca del río que debe cruzar para llegar a la casa. En unos minutos está en la puerta principal de la casa, Off todavía está despierto y le pide que cierre los cajones con cuchillos y utensilios mientras los guardias de seguridad sacan cosas punzantes o que pueden usarse como arma del interior de la casa, parecía que iban a recibir niños allí.

Mientras deja que sus empleados se encarguen de la organización del lugar, Vegas baja al sótano y encuentra a Porchay mirando apático la pared. Cuando el niño escucha el sonido de la puerta, gira su cuerpo asustado para ver quién es.

– ¿Que pasó? ¿Ya no te asusto? – Vegas se burla, pues vio como el rostro de Porchay se relajaba al darse cuenta de quién era.

– Eres como un perro grande – Vegas frunce el ceño y deja caer la cabeza hacia un lado, confundido pero interesado en esta metáfora – No puedo mostrar miedo, de lo contrario atacarás.