NUESTRA REALIDAD © M-PREG

Parte 21

En la cena de año nuevo, Stiles no pudo negarse a recibirla en casa de su papá junto con Scott y Melissa, claro, Derek también estaba invitado aún bajo la mirada calculadora del sheriff. Ambos estaban listos para entrar pero Derek estaba impaciente, había algo que no le dejaba estar tranquilo. 

—Sourwolf... —

—Sí, lo siento —dice este tomando a Leo en brazos quien jugaba con sus manitos inquieto —Solo... hay un olor extraño y no puedo concentrarme —explica y se aclara la garganta antes de tocar el timbre. 

—Todo va a estar bien —dice el castaño sonriendo y aguardan a ser recibidos. 

El sheriff estaba feliz de tener a su hijo cerca de nuevo, y verlo tan tranquilo y feliz al lado de Derek, y ni hablar de tener libre acceso a su nieto quien no hacía más que enamorarlo día tras día, pero esa noche por más que fuera una noche festiva, algo no le cuadraba y ver a Derek por primera vez tan nervioso y extraño era aún peor. 

—¿Qué es lo que sucede entre ustedes dos? —pregunta pasándole un vaso de whisky al ojiverde quien mecía a Leo luego de la cena. 

—Estamos más que bien Sheriff, solo... últimamente ha estado extraño y esta semana en particular —menciona mirando fijamente al castaño quien hablaba amenamente con Scott. 

—¿Alguna teoría? —

—No lo sé, el trabajo ha estado bien, la manada también, no hemos tenido ningún tipo de discución... realmente no lo entiendo —admite y el mayor lo mira con una media sonrisa. 

—¿En serio no lo entiendes Derek? —pregunta y el ojiverde le mira durante un segundo pero no, realmente no lo hacía. ¿Había acaso algo que el sheriff sabía y él no?

Stiles siguió hablando con Scott por un rato y luego fue junto a Derek quien no había parado de observarle desde que había puesto a dormir a su hijo. —¿Todo bien? Siento como si fueras a comerme o algo así —bromea

Derek sonríe recibiéndolo sobre sus piernas y se recuesta en el sofá dejando que el castaño se acurruque contra su pecho. 

—¿Todo bien contigo? Vi que te serviste un tercer plato —comenta señalando hacia la cocina. El castaño hace un puchero y el otro lo abraza fuertemente riendo —No es un reproche, solo no sabía que tuvieras tanta hambre, podría haberte comprado algo antes de venir...—

—La comida estaba deliciosa, Melissa es excelente cocinera, ya sabes que...—

—Amas su comida, sí lo sé —dice este —Tampoco has bebido nada más que soda ¿Acaso quieres que te ceda el camaro para regresar a casa? —

—¿Podrías dejar de acecharme? —pide riendo y el otro suelta otra risita acomodándolo en su regazo —¿No soy pesado? —

—Un poco pero puedo soportarlo —bromea ganándose un golpe por parte del otro. Stiles ve a su amigo venir hacia ellos con dos copas de champagne y maldice mentalmente. 

—Vengan, ya casi es media noche, brindemos un poco —dice el otro dándole una copa a cada uno, Stiles toma la copa y se acerca a su papá con Derek al lado, le da una última mirada a su pequeño quien dormía profundamente en la sala antes de escuchar el conteo por parte de Scott y el resto y cuando se da cuenta tiene los labios de Derek en los suyos y todo lo que puede hacer es cerrar los ojos y disfrutarlo.

Pero no bebe, y sin que nadie se de cuenta deja su copa a un lado, se retira a la sala con un vaso de jugo junto a su pequeño y lo alza en brazos con cuidado. —Tu papá no es un idiota... y no podremos ocultarlo mucho más —susurra y suspira observando por la ventana.

El miedo de que el pasado se repita le atormenta y conforme pasan los días no sabe qué hacer.