NUESTRA REALIDAD © M-PREG

Parte 3

El parto fue dificil, Stiles definitivamente no estaba preparado para ello, ni las tres horas de cesárea. 

Para su sorpresa, el color verde de los ojos de su bebé eran característicos. Cuando lo vio luego de despertar de la anestesia, no pudo evitar llorar y abrazarlo. Nadie pudo decirle nada para consolarlo. 

Y su nuevo supervisor en el departamento de investigación Jack, no se apartó de su lado durante las dos semanas que estuvo en el hospital, y fue a verlo todas las tardes luego de la oficina. 

Jack era un alfa también, y al principio no mostraba mucho interés en su hijo Leo, un cachorro de piel blanca, cabello negro y ojos verdes, pero con el correr de los días, incluso el Alfa se encariñó con el bebé. 

Stiles sentía tranquilidad a su lado, la calma y la generosidad de Jack hacían que él y su cachorro se sintieran seguros estando tan lejos de casa. Y eso era algo que admirar. 

Para el final del primer mes, los adultos volvieron a su rutina en Beacon Hills, la manada no se apartó de su lado ni por un minuto hasta el tercer mes, cuando una noche sin previo aviso Jack le propuso iniciar una relación. 

Era nuevo para Stiles, todas esas emociones eran nuevas y su mente le pedía tiempo para procesarlas. No le llevó mucho tiempo tomar una decisión cuando durante el cuarto mes, el alfa cuidó de él y de su hijo, día y noche mientras estuvo enfermo. Fue entonces que le pidió a la manada y a sus amigos volver, él se encontraba en buenas manos.

Jack era todo lo que cualquiera podía pedir, atento y amoroso, no permitía que nada les faltara y el pequeño Leo comenzaba a tomar confianza durante el quinto mes. Al principio no quería ser cargado por el alfa, pero luego comenzó a ceder y Stiles estaba encantado con ello. 

Luego de los seis meses de Leo, decidieron mudarse juntos a una casa en las afueras de la ciudad, un poco lejos de Beacon Hills para disgusto de la manada y sus amigos, pero Stiles estaba feliz, y no pudo poner peros cuando Jack le propuso iniciar esa nueva vida juntos. ¿Por qué lo haría?