NUESTRA REALIDAD © M-PREG

Parte 20

La mañana siguiente al cumpleaños de Scott, Stiles aún podía sentirse abrumado por el alcohol y al despertar pudo ver a su bebé dormido profundamente en la cuna tomándolo como una oportunidad para seguir durmiendo. Volteó encontrándose al alfa dormido también a su lado sin ropa y entonces su mente se quedó en blanco. 

Besó el hombro del moreno lentamente y se acurrucó a su lado cerrando los ojos y suspirando pesadamente. 

—No hagas eso —dijo el lobo con la voz ronca, Stiles sonrió contra la piel ajena y gimió bajito. 

Entonces, de un solo movimiento, se vio acorralado contra la cama con el lobo entre sus piernas mirándole fijamente cual lobo mira a su presa. 

—Te lo advertí —

—No me gustan las amenazas Hale —murmuró disfrutándolo y observó entre sus cuerpos viendo la prominente erección del alfa rozar su estómago —No hagas mucho ruído —dice entre dientes y se incorpora lo suficiente hasta respirar sobre los labios ajenos —Hazme tuyo ¿por favor? —

—Stiles... —gruñe el mayor

—Shh... solo hazlo y no pienses —ordena viendo los ojos del alfa cambiar de color por un segundo. Y se siente mareado, y sabe que ya no se trata del alcohol, atrae a Derek más cerca y se frota contra su cuerpo impacientemente. 

Se besan furiosos y murmuran cosas contra la boca del otro, peleando por llevar el control, aunque siempre sería Derek el ganador. Stiles termina a horcajadas sobre su regazo sin dejar de besarle, y una vez completamente desnudos siente al mayor comenzar a lubricarle. Se aleja un poco a mirarle y gime arqueando la espalda —Der... —

—Contén tu voz —pide este cuidando no despertar a Leo —Como en los viejos tiempos —bromea contra la clavícula del castaño

—Oh dios... —dice sintiendo al alfa comenzar a entrar en su interior —Derek, dios mío —suelta abrazándole fuertemente por el cuello cuando los pequeños ruidos sin aliento salen de la boca de Stiles y siente que podría morir de placer. —Quiero gritar —

—No lo hagas, sería un problema —dice este sosteniéndole fuertemente por las caderas. Sonríe en el cuello de Stiles y suspira sintiendose pleno. —Te amo —

—Te amo también Hale, te amo —dice este comenzando a cabalgarlo y mantener el equilibrio sobre su cuerpo. A Derek le encanta la forma en que Stiles tiembla y se retuerce, sus mejillas sonrojadas y su respiración agitada intentando mantenerse callado. Besa la piel de su pecho y mordisquea sus pezones mientras lo abraza por al cintura intentando mantenerlo lo más cerca posible y lo escucha rogar: —Por favor Der. Por favor... —

Este muestra una sonrisa depredadora y aprieta más a Stiles contra su cuerpo para que el vaivén genere la fricción que necesita para llegar al clímax. Puede sentir al castaño soltar líquido preseminal sin control y sabe que está cerca. Entonces cuando escucha a Stiles gemir mete una mano entre ellos para agarrar su miembro y apretar la punta con el pulgar enloqueciéndolo por compelto. 

Puede escuchar a Stiles maldecir y busca su mirada mientras lo empuja sobre la cama quedando entre sus piernas y mirándole desde arriba. Y entonces comienza a embestirlo sin piedad produciendo un pequeño ruido de la cama contra la pared que hace que ambos miren a un lado hacia Leo. Entonces Derek le suelta y Stiles siente el placer llenarle por completo y aprieta los ojos con pequeñas lágrimas que se habían formado en estos. 

—Por favor no pares, sigue Derek... oh Dios —balbucea arqueando la espalda. Stiles jadea y se estremece. Derek aprieta sus muslos y se inclina al frente buscando sus labios —Sí, sí, Derek, me voy a correr, sigue así —pide entre gemidos. Derek no se detiene, en vez de eso aumenta el ritmo y empuja a  Stiles hasta el clímax, y lo besa justo cuando sabe que ya no puede contener su voz. 

Y Stiles se aprieta contra Derek buscando recuperarse, lo que hace que el lobo se libere dentro provocando a Stiles un segundo casi orgasmo. 

—Dame un segundo Stiles, yo... —el lobo respiraba agitado sobre la mejilla de su pareja intentando recuperarse pero a cada momento se sentía más débil —Creo que necesito recostarme —dice saliendo despacio del interior ajeno y Stiles gime cerrando sus piernas lentamente. —Dios, eso fue increíble —

—Lo fue, realmente fue increíble, Jesús Derek... lo había olvidado —murmura y voltea a mirarle. El moreno está sonriendo ampliamente lo que hace que el pecho del castaño se hinche de alegría —Lo había olvidado... —susurra bajito y suspira acomodándose de lado. 

Derek se ríe y elige muy bien su siguiente respuesta: —Yo no podría olvidarlo nunca —