Mi nombre es Avery

22

Avery:

Landon abre con la llave la puerta de la fraternidad y la cierra despacio. —Espera. —Me pide reteniéndome.

Me toma del brazo volviéndome hacia él y su boca va directo sobre la mía, sus brazos me rodean y me levanta, envuelvo los brazos alrededor del cuello y los suyos me hacen apretar los muslos en su cadera.

Rompo el beso.—Espera... —Lo deteng yo esta vez.

Se detiene a observarme.

—Lo que hablamos...

—Seamos novios si quieres ponernos etiquetas.

No me refería a eso, pero siento que quiere evitar a toda costa contarme sobre él.

—¿Y tú quieres eso? —Inquiero.

—Quiero lo que tú quieres. —Responde.

—Landon, no tenemos que ser eso solo porque yo lo quiero. —Intento explicar. —Debemos quererlo los dos.

—Es lo mismo.

—¿Qué pasa? —Enarca una ceja. —¿O aun tú con Iker...?

—Ni siquiera me gusta Iker.

—Más te vale.

—¿Ah?

—Bésame.

Me lleva con él y llegamos a su habitación, mi cuerpo cae contra el colchón y me ayuda a desvestirme, metiendo las manos heladas dentro de la camiseta, le quito la suya y abre un cajón, lleno de preservativos, regresa a mi lado y se acomoda sobre mí una vez que ya se deshizo de sus prendas, Landon deja el preservativo en el colchón y me quita las bragas, inclinándose a besar mi sexo, mis manos van a su cabeza enredándose en su cabello.

—Si quiero. —Murmura contra mi clítoris y levanta la cabeza para mi mirarme. —Quiero eso, Avery.

Me deja en silencio y deja mi sexo, para ubicarse sobre mí y chupar mis pechos, dejándolos untados con su saliva e hinchados.

Deja un pequeño mordisco y se coloca el preservativo.

—Pongámonos etiquetas, intrusa.

—¿Sigo siendo intrusa?

Se ríe y acerca su entrepierna a la mía, jadeo.

—Me vuelves loco. —Me confiesa y estrella su cadera, adentrándose en mí.

(***)

—¿Entraste? —Le repito la pregunta, muy sorprendida, lo comento, pero no estaba segura que participaría.

Eliott menciona. —Sí, entre.

—Pero.. no dijiste nada. —Menciona Otis, mientras prepara unos hot cakes.

—No quería dar una falsa esperanzas, ya pase la prueba y...

—Tonterías. —Beck lo rodea con un abrazo, e Iker le sigue. —¿Cómo no ibas a lograrlo, idiota?

Me rio viéndolos.

—¡Debemos celebrar, Eliott! —Exclamo.

Landon ingresa a la cocina, donde celebramos todos, no lleva camiseta y no trae más que unos boxers marrones.

La cara me arde porque no he dejado de verlo, pero nada me pone más roja que el venga hacia mí y me bese en la boca, en frente de todos.

Me paralizo y él se pone a buscar el cereal, se sirve en un plato y vacea la leche, al notar el silencio se vuelve hacia los chicos.