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Avery:

Despierto temprano y es otro día encontrando a Landon Harries en mi cama, aunque solo lo ha hecho dos veces más desde la primera vez, sigue causando calor en mis mejillas levantarme y encontrarlo semidesnudo.

¿En qué momento se mete? Solo él lo sabe porque ya ni lo siento cuando irrumpe en mi habitación, y más aún sobre mi colchón.

—Ya amaneció, despierta. —Lo levanto.

—¿Y?

—Y significa trabajo y clases. —Respondo, al menos para mí. —¿Por qué no duermes en tu cama?

—La tuya es más cómoda. —Pronuncia incorporándose, aunque solo se sienta, mientras yo escojo que ropa ponerme.

Llevo las manos a mi short y recuerdo que está aquí.

—Adelante. —Mantiene su sonrisa perversa.

Es imposible, suspiro y agarro mi toalla, saliendo de la habitación mientras escucho su risa.



(***)



Alcanzo a encontrar una tostada, los chicos desayunan en la cocina y miro el desorden en la mesa, los cereales caídos, la leche derramada y también el azúcar.

—¡Hey! —Me llama Eliott y señala la puerta. —¿Nos vamos? Tengo algo que decirte.

Asiento.

—Avery. —Reconozco la voz de Landon y Eliott se vuelve hacia él.

—Yo la llevare. —Se adelanta, Eliott me mira a mí y luego a él.

Suspira sonriendo. —Me preguntaba cuanto más iba a durar. —Se burla sonrojándome. —Lo lamento, Landon, pero hoy la llevo hoy.

Landon se queda mudo y me vuelvo hacia Eliott.

—¿Nos vamos?

Asiento y lo sigo, sintiendo como uno ojos me aniquilan la espalda.



(***)



—Decidiste asistir a la convocatoria. —Repito feliz por él, Eliott medio sonríe, aun inseguro.

—Ahora que se abrió una, lo pensé y creo que las dejare pasar cada año hasta que acabe la carrera si ahora no me decido.

—Me alegro por ti, Eliott, te ira bien. —Lo animo. —Y te mandare ánimos desde las gradas.

El hace una mueca decepcionado y luego ríe.

—Dudo que a alguien le agrade eso ahora.

Mi nariz arde de enojo. —Qué mala suerte para él.

—Entonces... Landon y tu ¿Eh?

Las mejillas se me enrojecen. —No es nada de eso.

Vuelve a reír.

—No diré que me sorprende, si no te ha quitado la vista desde el primer día.

—No sé ni que es lo que quiere. —Tomo un respiro. —Y solo decidimos empezar de nuevo, para llevarnos bien.

Mi nombre es AveryWhere stories live. Discover now