Marzo {Jacob/Bae Joon Young}

*15*

19 de Marzo

Estaba muy sorprendido por lo mucho que había cambiado Hayoung en tan poco tiempo, a principios de mes ni siquiera quería dirigirme la palabra y ahora estábamos despertándonos abrazados. Si mi yo del futuro hubiese venido a decirme que esto iba a pasar cuando recién empezaba a hablar con ella, era muy probable que no le hubiese creído. Porque una cosa era una amistad con Hayoung, pero estábamos saliendo. Yo, saliendo con alguien. Jamás se me habría pasado por la cabeza que eso pudiese ser posible, pero despertarme con ella a mi lado me hizo saber que era muy real. Nos habíamos pasado la tarde y parte de la noche hablando y la verdad es que no recordaba cuando me quedé dormido, pero estaba terriblemente cansado. Cuando nos despertamos, Hayoung no solo me ayudó a preparar el desayuno, sino que también me ayudó a escoger algo de ropa para llevarle a mi abuela. Hayoung parecía estar mucho más feliz y sonriente, como si las cadenas que apretaban su corazón se hubiesen soltado, y verla contenta me ponía de buen humor.

—Oye Hayoung, he estado pensando en lo de la cita y... —comencé a hablar y Hayoung se giró para mirarme—. ¿Qué te parece si salimos mañana después de las clases?

—Me parece bien, ¿pero has pensado a dónde vamos a ir? —me preguntó Hayoung.

—Pues... la verdad es que no lo he pensado todavía —contesté avergonzado.

Hayoung soltó una risita.

—No te preocupes, podemos pensar en algo o podemos improvisar. No tenemos prisa —me dijo Hayoung, mientras terminaba de meter la ropa de mi abuela en una bolsa—. Pues yo creo que ya está todo... ¿Nos vamos ya? Estoy segura de que tu abuela estará deseosa por volver a casa.

—Sí, yo también estoy convencido de eso —respondí, abriendo la puerta de mi casa para dejar salir primero a Hayoung—. No hacía más que quejarse de que la comida estaba muy sosa, que no podía ver su serie porque no tenía televisión en la habitación y que las enfermeras no le daban casi conversación.

—Pobrecita, debe haberse aburrido mucho cuando no estabas.

—Supongo que sí, aunque tampoco he estado mucho tiempo lejos de ella. Solo cuando me iba a por algo de comer o cuando la llevaban a hacerse algún análisis —le expliqué a Hayoung.

—Al menos te tenía a su lado, estar sin compañía en el hospital es muy aburrido —dijo Hayoung, haciendo énfasis en la palabra muy.

—¿Por qué me da la sensación de que lo dices con conocimiento de causa?

Hayoung se encogió de hombros con una expresión burlona y fruncí el ceño de forma ligera.

—Hayoung...

—Venga Jacob, abre de una vez el coche —se quejó Hayoung, al lado de la puerta del copiloto—. Tenemos que ir a buscar a tu abuela, no podemos quedarnos aquí perdiendo el tiempo.

—No me cambies de tema —dije, mientras abría el coche. Ambos nos subimos en él al mismo tiempo y miré a Hayoung con un puchero enfadado.

—No sé de qué me hablas —canturreó Hayoung y solo pude soltar un suspiro cansado—. Anda, no te pongas así. No es para tanto.

—Claro que sí, son cosas sobre ti. ¿Cómo no me voy a preocupar? —dije—. Sobre todo cuando te involucran a ti y a un hospital.

Hayoung tomó mi barbilla entre sus dedos y se acercó a mí para darme un pequeño beso en los labios.

—No he estado tantas veces y las que he estado no han sido graves, así que no tienes que preocuparte más de lo necesario, ¿vale?

—Está bien —contesté mientras se me escapaba un suspiro.