Olvídalo

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No —

Pero...ni siquiera eh dicho nada, Kanon — hizo un leve puchero ante la cruel, clara y firme negativa del mayor —

Y no necesito que me lo digas, solo con ver tu cara de carnero moribundo sé que algo tramas, y no es nada bueno — rodó los ojos con fastidio — ya debiste recordar algo, no quieres enfrentarlo y para eso quieres saber si hay una manera de que la promesa se rompa sin daños colaterales. Me equivoco? —le miro con un ceja alzada y una sonrisa burlona al ver la culpa pintada en todo el rostro del Aries —

No, no te equivocas...pero es porque no es justo, esa promesa fue hecha hace muchos años atrás y no creo que él se acuerde siquiera de eso, y yo no estoy dispuesto a hacerle recordar...se sentiría obligado a cumplir, algo que tal vez no desea hacer...— bajo la mirada buscando huir de la escrutinio al que era sometido por el gemelo —

Has hablado con él, sabes si lo que dices es verdad, tienes fundamento? — cuestiono sin pizca alguna de sentimiento —

No — susurro no sabiendo cómo combatir al gemelo menor — pero estoy seguro que... —

Suficiente, Mu, solo te estas auto convenciendo de que estás haciendo lo correcto — suspiro con pesar, porque nadie actuaba como se debía y se dejaban de tonterías que solo causaban confusión — acompáñame... — tendió su mano al menor en espera de que este la tomara — te mostrare que estas equivocado y que la persona que te hizo esa promesa, aunque no la recuerde, está más que dispuesto a cumplirla, y no por una obligación si no porque te quiere más de lo que imaginas —

Como... — quiso saber cómo el mayor podía saber quién era la persona que le hiciera esa promesa —

Hay que ser muy ciegos y tontos, para no ver lo evidente que es Shaka al mostrar su preferencia por ti, desde que eran niños — respondió encogiéndose de hombros — y sé que aún es así — sonrió de manera un tanto burlona. Sería divertido molestar un poco al rubio —

Pero yo...— dudo en si era adecuado seguir al gemelo sin saber que se propondría a hacer — bueno — con un suspiro tomo la mano del mayor. Conocía a Kanon, sabía que nada bueno se proponía pero también que no haría nada para lastimarlo —

***M***

Se sentía extraño, nunca le había agradado el cómo su cuerpo resentía el que tuviese coito por un tiempo prolongado. Aunque la sensación que ahora atravesaba era cómoda y placentera muy diferente a lo que sentía cuando se acostaba con Aioria. Sería porque Aioros era su alfa destinado? o sería porque a pesar de haber aceptado a Aioria de manera consciente su corazón se sentía atado al sagitario?. No lo sabía exactamente, solo que de alguna manera sentía que todo estaba bien ahora, estando allí en su cama (realmente era la de Aioros) aun con el nudo alfa en su interior, siendo abrazado de manera posesiva por el castaño...pero, de alguna manera su cerebro le recordó a Aioria, el cómo estaría el león? Estaría bien? Esperaba que sí, pues después de su ceremonia de vinculación no lo había vuelto a ver, porque se había enfocado en arreglar su relación con Aioros que se había olvidado de todos y todo lo demás.

... — sus ojos se abrieron un poco al recordar que ni siquiera había sacado un pie de sagitario desde aquel día. No, no quería creer que de alguna manera Aioros lo había mantenido aislado en su templo, sin coacción alguna solo usando el enamoramiento que le tenía — el no haría eso...no, Aioros es distinto...es nuestro alfa, nos quiere, cuida y protege — su instinto de manera inmediata quiso callar a su paranoico cerebro — no ha hecho nada para herirnos, solo nos cuida...porque dudar de nuestro alfa — eso era verdad. Aioros no había hecho nada malo porque dudar de él, además no había salido del templo porque Aioros no se lo permitiera simplemente no había tenido necesidad alguna de salir...no era culpa de Aioros...cierto? —

Pasa algo? — la ronca voz del sagitario lo sacó de su tormentosa mente —

No... — murmuro despacio no queriendo preocupar al alfa —

Tienes hambre, te duele algo, quieres ir a tu templo, caminar o salir a algún lugar? — la voz del mayor sonó ansiosa y Shura supo que su vínculo se había encargado de hacerle saber a Aioros de sus preocupaciones —

Estoy bien — sonrió para luego acurrucarse más cerca escondiendo su rostro entre el cuello y pecho del mayor. Todo había sido su paranoia, Aioros no lo tenía cautivo, no —

Ok — el castaño suspiro aliviado y hundió su rostro en los suaves cabellos negro verdosos — luego podemos ir al pueblo, hacen falta algunas cosas... — murmuro entre sueños —

Aja... — se sentía tan seguro, en paz en los brazos de su alfa —

***M***

Últimamente te he visto muy cerca del teñido — como quien no quiere la cosa, Death decidió cortar la narración de Dite, que una vez más, le estaba hablando de sus "fantásticas aventuras con buda" —

Pues sí, es muy agradable... — sonrió suavemente — a pesar de que no habla mucho y todo, su compañía es reconfortante y... — calló recordando cierto detalle del que no le había hablado a DM —

Que? — arrugo el ceño y miro con atención al peli celeste. Que habría provocado el silencio repetido en el menor? —

Death...— su voz sonó un tanto cohibida, logrando que el mayor se alterara más si eso fuera posible — yo encontré a mi destinado... — murmuro bajito casi como si no quisiera que el de Italia le escuchara —

... — su semblante se tornó frío en un instante pues a pesar del bajo tono de Dite pudo escuchar muy bien lo que dijo. Había encontrado a su alfa, quien el destino lo había atado, con quien podría ser feliz y con quien compartiría su vida —...primero tendrá que pasar sobre mí cadáver, si quiere llevarte de mi lado — y Dite dudo en si era Death hablado de manera racional o era el alfa de este, y si era porque lo consideraba su familia a proteger o si podía guardar esperanza porque sus sentimientos eran correspondidos. Sea cual sea la respuesta, quería creer que para el cáncer era importante — no permitiré que alguien más te dañe, lo prometo — le dio una sonrisa sincera de esas que solo Afrodita había tenido el privilegio de ver —

Mi Corazón y Mi instintoWhere stories live. Discover now