Lazos

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A pesar de haber escuchado sobre el tema jamás tuvo la oportunidad de confirmar si era cierto o no. Lo lazos? Había oído que era como Alfa y Omega se reconocían como destinados y que estén donde estén jamás podrían ser felices si no estaban junto a su otra mitad, su destinado. Y a pesar de que nunca le tomo mucha importancia al asunto tampoco podía decir que era un ignorante en el tema, porque como cualquier chico que no tenía nada que hacer mientras era ocultado de los demás, leyó muchos libros, buscando ocupar su mente con conocimientos y no con pensamientos autodestructivos, porque los tuvo y quien podría culparlo si en la soledad y oscuridad en la que fue obligado a vivir muchos demonios lo asecharon y quisieron hacerlo parte de ellos.

En fin cosas tristes que supero y ahora se levantaba como un orgulloso caballero, sea o no reconocido, sabía que era uno y lo que los demás pensaran ya no era tan importante como antes.

Otra vez sus pensamientos se desviaban y es que era difícil enfocarse y comprobar una teoría que, nunca tuvo la oportunidad de comprobar hasta el momento, pero ahí estaba ahora viendo como lo de los lazos del destino era algo real y que aunque muchos quisieran romperlo no podían ni debían...

Ahora entiendo... — murmuro y dejó aún lado el libro que había prestado de Poseidón y a pesar de su conocimiento en temas AlfaOmega no había entendido del todo el comportamiento de estas castas en una raza como la lemuriana, pero con tiempo y buscando vaciar su mente de conocimientos previos para abrir su mente a posibles, entendió mucho — Mu...— pensó en el menor y su pasado descontrol de poderes. Ahora todo tenía sentido —

***M***

Si hubiese sabido que era buenos con los engendros te hubiese traído hace mucho — Death vio con curiosidad como los niños adoraban al peli celeste — creí que los odiabas —

Y yo — respondió con sinceridad — pero... asumo que es algo instintivo — agrego encogiéndose de hombros — y no, no preguntes porque ni yo sé porque...— sonrió levemente meciendo al niño, el más pequeño de todos y que no debía tener más de año y medio, que dormitaba en sus brazos —

... — guardo silencio por un instante buscando entender, pero por mucho que vio a su amigo con el cachorro entre sus brazos no encontró repuesta lógica para ese sentimiento de deseo, a que? No sabía pero allí estaba — debe ser eso... — acepto moviendo un poco su cabeza tratando de aclarar sus pensamientos — Dite tu...— quiso de repente saber si su mejor amigo conocía a su destinado o si tenía interés en alguien. Por qué? No lo sabía solo sabía que tenía ese impulso —

Ya dejen de coquetear ustedes dos, mientras más rápido terminemos mejor — grito el líder de los dioses guerreros mirando al Death y Dite que solo lo miraron sin expresión alguna —

Ustedes vinieron a ayudar o qué? —

Shhh! Cierra la boca, no vez que piscis tiene un pequeñito dormido en sus brazos —

Lo siento, pero me fastidia que nosotros estemos como esclavos aquí y ellos estén ahí sin hacer nada — gruño —

Nadie te pidió venir, Alberich — respondió con fastidio —

A ti tampoco, pero henos aquí — rodo los ojos el pelirrojo —

Ya van a empezar — el tigre blanco rodo los ojos — porque mejor, cogen de una vez y nos libran de esa tensión sexual que se tienen —

Hermano! — Reprendió Syd — niños, recuerdas — señalo a los pequeños que seguían jugando sin prestarles la mina atención —

Eres un vulgar — Mime le dio su mejor mirada de muerte al tigre blanco — le diré a Hilda — amenazo al ver el intento de burlarse de nuevo de Bud —

A ella si le temo — sonrió para luego encogerse de hombros — vamos Sieg, que se me congela en trasero — apuro al peli castaño claro —

Bud, Syd muévanse — Hagen ordeno al sentir como empezaba a descender aún más la temperatura — no sé cómo planeabas hacer todo esto solo — negó suavemente al ver como cáncer ayudaba a poner los pilares en su lugar a los otros dos dioses —

***M***

Entiendo, no se preocupen. No es como si pudiera obligarlos a hacer algo que no quieren — la joven miro con tristeza a su dos dorados — después de todo fue un accidente y no algo planeado o un descuido — la chica suspiro — y comprendo tu inquietud Camus, un niño no es algo temporal es permanente, y a pesar de la paz que tenemos por ahora, no es algo segura. Por eso entiendo el que no lo quiera tener, porque sé que pueden vivir o morir, en cualquier momento...— tomo su mano suavemente — no dejes que lo que otros piensen te afecte, porque los mismos que te juzguen hoy por no tenerlo mañana te odiaran por dejar un niño desampara, porque lamentablemente vivos en mundo de doble moral — la chica limpio las lágrimas de su guardián — pero, quiero que lo que decidas sea porque así tú lo quieres y no por opiniones externas...— le sonrió —

... — las palabras de Saori le trajeron tanto alivio. Después de estar por varios días sin otra cosa en la cabeza con tanto peso sobre sus hombros, al fin había podido sacar todo y ser comprendido y escuchado —

Que piensa Milo, espero no te haya dejado todo a ti — la diosa arrugo un poco el ceño negándose a creer que su caballero de escorpio hubiese sido tan irresponsable —

Él está dispuesta a aceptar lo que yo decida — respondió y se sintió mal porque fue allí que se dio cuenta de que con su actitud de alguna manera le había dejado en claro al escorpio que solo él podía decidir y nadie más — peor no fue porque él quiso dejarme solo la responsabilidad a mí, es solo que...con mi actitud le hice entender eso...— se apuró a aclarar al ver a Saori fruncir el ceño profundamente —

Bien, ya sabes...los dos lo hicieron ambos deben asumir la responsabilidad y la decisión es de ambos — lo ayudo a ponerse de pie y con un golpecito en la espalda lo alentó a continuar — él te está esperando, y no pienses solo en lo malo que puede pasar si no, en lo bueno que puedes hacer para que nada salga mal — fue lo último que Camus escucho antes de salir de los aposentos de su diosa —

Hola... — Milo sonrió un tanto nervioso, pues había ido al percibir por su lazo como Camus era abordado por tanta emociones negativas, que no pudo permanecer quieto por más tiempo en su templo —

Hola — respondió con una casi imperceptible sonrisa —...— y dejándose llevar por su parte omega, que por tanto tiempo odio y rechazo, busco el calor de Milo dejándose cobijar bajo su abrazo y su olor. Tal vez y solo tal vez no todo saldría mal...verdad? —

***M****

Shura sé que no solo es responsabilidad tuya, pero...— después de pensar por mucho tiempo y encontrar valor para hablar del tema al fin Aioros había decidió que era el momento adecuado de hacer esa pregunta — tu... bueno...sabes qué bueno, cuando tuvimos... — se sonrojo — relaciones...yo...no — porque era tan difícil hablar de ello —

Oh — Shura se sorprendió y luego se sonrojo al escuchar las palabras del mayor y una parte se quiso reír por lo tierno que se veía su Alfa, pero debía recordar que Aioros aún era un niño de alguna manera — no te preocupes, tengo un implante anticonceptivo — explico con calma —

Entonces por más que nosotros... —

Sí, no estoy preparado para tener hijos y para ser sincero nunca he querido uno... — sabía que ese podía ser un tema delicado, porque ninguno de los había hablado de ello —

Entiendo, tampoco creo estar preparado para ello — sonrió el castaño con tranquilidad —

Bueno — Shura se sintió tranquilo al ver como Aioros no le daba tanta importancia al asunto — 

Mi Corazón y Mi instintoWhere stories live. Discover now