Capítulo 47 La jinete de dragón

524 60 0
                                    

A Robb Stark le gustaba pensar en sí mismo como un hombre fuerte. Después de todo lo que había pasado.

Pero nunca antes se puso a prueba a tal nivel, estar más allá del muro. Veía a todos aguantar el frío como si nada, lo único que le consolaba era ver que Gendry lo estaba pasando igual, o incluso peor que él.

-Es una pena que no permitieras que viniera tu hermosa mujer-le gritó Tormund a Robb, quien puso los ojos en blanco. -Nos habríamos asegurado de que se mantuviera caliente

-Cuidado-le advirtió Jon, sabiendo muy bien que la paciencia de Robb estaba constantemente al borde de romperse desde la Boda Roja.Todos tenían secuelas de la guerra.

-Me imagino que mi esposa habría sido muy cálida a mi lado- respondió Robb, su tono firme y aparentemente indiferente.

-Tal vez ella preferiría un Gran Oso a un Joven Lobo ¿eh?-Bromeó dándole un codazo juguetonamente.

-Dudo que ella quiera ser quemada por esa barba- disparó de vuelta, las comisuras de sus labios se elevaron en una sonrisa mientras asentía hacia la masa de cabello pelirrojo. Para su sorpresa, en lugar de enojarse, el salvaje se rio de buena gana.

-Me gustas norteño¿Qué hay de la Reina Dragón entonces, eh?-Continuó burlándose entonces de Jon más que de Robb, ya que este no picaba en sus bromas.

-Ella no luchará junto a nosotros a menos que doble la rodilla- suspiró Jon derrotado.

-Lo que no va a suceder-le recordó rápidamente Robb. -Ella puede quedarse con un reino lleno de muertos

-Hablas como la gente libre-dijo Tormund con leve admiración-somos demasiado orgullosos para arrodillarnos. Pero sabes, Mance Rayda+er nunca se arrodilló. ¿Cuánta de su gente murió por su orgullo?

-No es cuestión de orgullo-respondió Robb-Se puede hacer una alianza si ella quiere.Pero ella vino aquí para conquistar siete reinos, no cinco de ellos. Los Stark nunca más se doblegarán a la voluntad de los Targaryen.

Jon permaneció deliberadamente en silencio, escuchando el punto de vista de ambos hombres sobre el asunto, pero su falta de comentarios preocupó a Robb. La idea de que lo estaba considerando lo enojó, pero esperaba que su vínculo fuera lo suficientemente fuerte como para que Jon acudiera a él en busca del consejo final.

--------------------------------------------------------

-Todos los días, vienes aquí y miras a Viserion-una voz la sacó de su trance, sorprendiéndola lo suficiente como para saltar un poco. -¿Cuándo vas a intentar montarlo?En tus ojos veo las ganas, pero también el terror

El tono de Daenerys estaba lleno de alegría, pero había sinceridad en su voz. Quería que Alysanne abrazara del todo su genética Targaryen.De una manera egoísta, ella no quería ser la única jinete de dragón en todo el mundo.Si lo montaba , ya no solo aceptaría su sangre si no que la aceptaría a ella como familia.

Viserion ocasionalmente se acomodaba en la cima del acantilado, cada vez que Alysanne estaba sentada en la roca. Cada día, se preguntaba cómo se sentiría volar. ¿Se dejaría montar si ella se atreviera?

-Eso no te hará menos Blackwood- continuó Daenerys en un murmullo, cuando vio que sus palabras estaban llegando a la dama del norte.

-Lo haré si eso significa que dejas de molestarme -se quejó, esperando sonar lo suficientemente indiferente, pero en realidad estaba sintiendo una mezcla de emociones. Principalmente entusiasmo y nerviosismo. 

Daenerys reprimió una sonrisa, dio un paso atrás y permitió que la morena avanzara, hacia el dragón de color crema y dorado. En su propia opinión, Alysanne lo consideraba el más majestuoso de los tres, a pesar de no ser el más grande.

Alas de cuervo // Robb StarkWhere stories live. Discover now