SUPERFICIE ROJA

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Superficie roja

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miras hacia el cielo

Con todas esas preguntas en mente

Todo lo que necesitas es escuchar

La voz de tu corazón

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Despertar entre las penumbras de la habitación, con el ruido de aquellos hombres andando por los pasillos de la planta baja, hubiera sido un gran descubrimiento de mi parte si acaso me hubiera entregado al sueño un par de horas atrás. No podía permitírmelo, el cuerpo no obedece a tiempo los estímulos para reaccionar en una situación como esta; recostado sobre una cama con sábanas tersas aún sin destender, espero paciente con los ojos cerrados, mientras afuera, en la quietud de la madrugada, por lo menos cuatro a seis sujetos intentan encontrarme vulnerable y así, matarme.

Me removí inquieto, no por la preocupación del próximo ataque, sino por el aburrimiento que se hizo presente en un bostezo. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que temí realmente por mi vida? Sentí una nostalgia repentina por esa sensación de miedo y adrenalina cuando apenas era un niño entrando al mundo de los adultos. Lo mucho que significó para mí acostumbrar a conocer esa parte de la vida criminal, eventualmente me llevó arme a ser asediado por un grupo de asesinos que buscaban saldar cuentas personales conmigo, aprovechando la orden de su jefe quien era el principal interesado en acabarme.

Mendel Graham, mi antiguo… empleado, era líder de lo que alguna vez fue uno de los poderosos grupos delictivos que controlaban una parte considerable de la zona sur del país. Tuvo influencias con algunos políticos y otras importantes instituciones que financiaban varios de sus negocios, los cuales involucraban el clásico tráfico de armas, lavado de dinero, venta de drogas y, en ocasiones especiales, hasta el tráfico de órganos. Por supuesto, ahora no era ni la sombra de todos esos logros, no cuando me había encargado de arruinarlo y por fin veía en mí la amenaza que debió antes cuando apenas me conocía siendo un niñato de trece años. Se había visto superado por una de sus tres armas favoritas quienes se encargaron del trabajo sucio de formas eficientes y baratas, por supuesto no iba a estar tranquilo.

Lentamente abrí mis párpados cuando escuché muy cerca las pisadas de mis excompañeros subiendo por las escaleras. Encima de mí siguió el elegante candelabro que adornaba la habitación ostentosa de más detalles pulcros, después de todo, me habían dado la alcoba de huéspedes más especial de todas y la favorita de aquella ramera que Graham tuvo de esposa ya quien también le serví en otras … diligencias. Sonreí ante el descaro de ese viejo y el claro mensaje que quería darme. Por supuesto que no creí en su engaño, "hacer las paces" invitándome a una "última cena" con él olvidando todo tipo de resentimientos, era la típica traición de manual. No obstante, mi forma de ser me hizo aceptar la invitación a pesar de sus intentos de venganza, porque si algo había aprendido a disfrutar a lo largo de todos estos años, era, sin duda,

Me incorporé y troné mi cuello con un movimiento circular de mi cabeza, entonces me supe listo una vez aguardé el espectáculo de ráfagas de balas que tanto les hubiera gustado ver impactando mortalmente en mi cuerpo. Fueron apenas unos pocos segundos para que se dieran cuenta que mi cadáver no estaba entre las colchas y mullidas almohadas como tanto hubieran querido, sino que en su lugar, el costoso y pesado candelabro se destruyó al caer por una de tantas balas perdidas. Sin importar la oscuridad, pude apreciar a la perfección los rostros consternados de aquellos que dejaron de disparar.

blossick  one shot y lemon Where stories live. Discover now