INVICTO

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La habitación permaneció en penumbras.

Nadie dijo nada.

El arma por ahora estaba sin balas.

Era de noche y parecía ser que las luces del exterior intentaban colarse por las cortinas, a través de las ventanas, todo en un vano intento de iluminar a las dos presencias que se encontraron en aquella alcoba sucia y deshecha.

El moho aparece en las paredes. La tubería del baño apestaba, las llaves del lavabo y regadera parecían oxidadas, como si al momento de abrirlas lo único que saldría sería agua negra, de alcantarilla.

El espejo del peinado estaba roto. Hecho pedazos. La televisión se encontró en un estado similar, tirada en el suelo por, al parecer, un arrebato, solo que aún funcionaba, porque a duras penas seguía transmitiendo las noticias.

La voz de una mujer comentaba la nota de último momento; una mujer había sido secuestrada por un reo que había escapado de prisión hacía solo dos semanas.

El hombre escuchaba atentamente lo que la tele decía. Sonrió. Una sonrisa cruda y sarcástica se vislumbró entre sus facciones. Su compañera en cambio lo miró con reproche.

—Quita esa puta sonrisa—soltó cortantemente—, me irrita.

Él hizo caso omiso. Seguia concentrado en la television, la cual ya comenzaba a fallar debido al golpe que recibio al ser tirada minutos atras, y como era de esperarse, aquello lo molesto.

—Se ve mucha estática—dijo él.

— ¿Y? —le respondió la muchacha de cabello azabache. Ella solo se manifiesta a una distancia prudente mientras cubría su desnudez con las sábanas percudidas de la cama—, ¿qué mierdas esperas que haga? Yo no fui la que se cargó la televisión hace un momento.

—Me orillaste a hacerlo—dijo con simpleza y encogiéndose de hombros.

-No. Solo te cabreaste conmigo por tus jodidos celos, y te desquitaste con las cosas.

Butch, aquel sujeto de apariencia peligrosa, la fulminó con sus mordaces ojos verdes. Parecía que en poco tiempo se lanzaría a la mujer para sujetarla del cuello… lo cual terminó por hacer, acto que resultó sorpresa en ella.

La gran figura masculina arrinconaba a la femenina, su mano áspera y asesina apretó el fino y pequeño cuello, pero no lo suficiente como para estrangularlo realmente.

—Te ibas a ir con él… con ese imbécil—soltó con rabia, tratando inútilmente de controlarse un poco—, ¿¡desde hace cuánto que me engañas con él, eh Bellota?!

Ella no respondió. Hacerlo sería peligroso aun si ella no tuviera la culpa.

— ¿¡Desde hace cuánto que te folla ese maldito bastardo?! —Butch en cambio parecía perder los estribos—, ¿¡desde que me encerraron, o desde antes?!

Poco a poco el agarre del moreno se intensificaba más. Bellota comprendía lo que eso significaba…

—Nunca me acosté con Ace— respondió con firmeza, sin miedo a la asesina mirada de su esposo.

— ¿Nunca te montó? —Preguntó con cierta incredulidad en su tono de voz, sus facciones también se alteraron, formándose en estas un semblante burlón—, ¿nunca te tocó y cumplió sus ansias de saciarse con tu cuerpo? Maldita mentirosa, no te creo.

Bellota frunció el ceño y sin inmutarse la palma de su mano a la mejilla masculina, impactando con fuerza y ​​provocando que Butch volteara por segundos su rostro.

blossick  one shot y lemon Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang