No te quiero perder

Capitulo 11

DÍA 7 DE LA DESAPARICIÓN

Hace frio... tengo frio... ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

No puedo ver, todo esta tan oscuro, tengo miedo, tengo miedo, tengo mucho miedo.

Me duele, ¿por qué me duele? ¿Por qué? ¿Dónde me duele? No lo sé. No puedo respirar. ¡No puedo respirar! ¡Me duele! No quiero, no quiero, quiero regresar, quiero que todo sea como antes, ¿por qué tuvo que pasar esto? Ayúdenme... AYUDENME, POR FAVOR.

-¡Miyuki!

-¿Eh? – preguntó confundido Miyuki, tal parecía que Kuramochi llevaba rato hablándole.

-Rayos, ¿por qué estás tan perdido? Llevas rato viendo hacia la ventana, das miedo.

-Yo... perdón, creí haber escuchado algo.

-Ya veo – respondió con duda Kuramochi, ni él ni su amigo se han recuperado de la ausencia de Sawamura pero al menos intentaban estar atentos a las clases y a los entrenamiento -. ¿Todo bien?

-Sí, ya estoy mejor, o al menos lo mejor que puedo estar.

-¿Qué opinas de lo que dijo el entrenador en la mañana?

-¿Sobre los posibles sospechosos? – Miyuki soltó un suspiro –. No lo sé, pero si son los culpables entonces todo daría un gran giro, el detective los haría hablar y Sawamura regresaría, así que francamente deseo que ese sea el caso.

-Que al fin regresará... si, ese sería un gran escenario.

-En cualquier caso solo debemos esperar a que el entrenador nos informe lo que la policía logro encontrar.

-Los de primero están inquietos.

-Como capitán me siento mal por no poder disipar su preocupación pero yo no estoy mejor que ellos así que por ahora no puedo hacer mucho, sé que Okumura y Yui han disminuido su rendimiento, pero no encuentro la fuerza suficiente para entrenar con ellos... no aún.

-Tranquilo, Miyuki, el equipo lo entiende, todos te entienden. Cada uno a su manera está intentado seguir adelante aun cuando están muy ansiosos, incluso yo – dijo lo último en un suave susurro.

-Lo sé, sé que están preocupados y que su estado no es el mejor, pero aun así no han faltado a clase ni al entrenamiento, Haruichi me dijo, "no usaré a Eijun-kun como excusa para evitar mis responsabilidades, de seguro él se enojaría"

-A pesar de que es uno de los que están más preocupados por él no se ha derrumbado.

-Mira quién lo dice, todavía sigues teniendo el ceño fruncido y unas notables ojeras.

-Si bueno, no lo voy a negar. Hasta que él este a mi lado nuevamente esta preocupación y ansiedad no se irán.

-Eso también lo sé – finalizó Miyuki.

ESTACIÓN DE POLICIA

-Maruse, ¿qué fue lo que encontraste?

-Los dos hombres con quienes tuvo contacto Kataoka-san ya fueron citados y aún sigo investigando al tercer hombre.

-¿Crees poder conseguirlo?

-He conseguido obtener su rostro a través de la cámara de seguridad, he mandado la foto al Departamento de Datos Personales Ciudadanos y después ellos mandarán la información al Departamento Penal, en cuanto me hagan llegar la información se lo haré saber.

-De acuerdo, gracias – contestó Tomura - ¿Algo que mencionar sobre los otros dos?

-Nada en especial, cuando me contacte con ellos todo era relativamente normal y tal parece que Kataoka-san tenía razón, son principalmente reclutadores de sus respectivas escuelas. Si es así entonces realmente podrían no ser sospechosos y no tendrían nada que ver con la desaparición.

-Ya te he dicho que no te confíes, debes de ver hasta el más mínimo detalle, en eso consiste nuestro trabajo.

-Tiene razón – se disculpó Maruse –. Me retiro.

-Antes de que te vayas, ¿puedes enviarme el video donde aparece la tercera persona? Del hombre que habló con Ochiai-san.

-De acuerdo, en unos momentos se lo haré llegar.

Al salir Maruse de la oficina el lugar se quedó en silencio, Tomura meditaba sobre la situación de los dos hombres que mencionó Maruse, si realmente eran reclutadores entonces solo serían factores externos ajenos a la búsqueda, pero por alguna razón aún tenía esa sensación de incertidumbre que le decía que había algo más detrás de alguno de esos hombres, su instinto nunca había fallado, además aún era muy pronto para darse por vencido, aún faltaba la tercera persona que al parecer resultaba muy sospechosa; de cualquier manera ya tenía las preguntas para el interrogatorio listas, solo faltaba esperar.

Minutos después llegó a su correo el video. Lo revisaría y analizaría su comportamiento, esto le serviría para hacer que respondiera todas sus preguntas en caso de que se negara.