FLOR DE DURAZNO

CAPÍTULO 48

Brillantes nubes rojas llenaron el horizonte, mientras se acercaba el anochecer.

Había un bosque en la ladera de la montaña. Más allá del bosque, la hierba amarilla cubierta de hojas caídas marchitas y amarillentas se extendía por el suelo. Mirando a lo lejos desde este punto, el cielo parecía aún más lejano.

Heng Wen y yo encontramos un lugar para sentarnos, solo para admirar el paisaje. Heng Wen bostezó y dijo: “Realmente me siento algo somnoliento”. Cerró los ojos y se acostó en el pasto, mientras yo me sentaba y miraba hacia el cielo. De la nada floreció mi concepción estética. Tan alto pero tan lejos, pensar que en realidad había pasado incontables años por encima de él. Definitivamente fue una ganancia inesperada.

Cuando estaba oscureciendo, Heng Wen me preguntó a dónde iría para pasar el tiempo, así que respondí: "Estaba pensando en ir a donde está Mu Ruoyan para echar un vistazo."

Heng Wen dijo sin prisas: "Oh, ¿vas a ir a donde está Mu Ruoyan para ver cómo está el gato montés?"

Dije: “No, quiero ver a Mu Ruoyan. Seguí sintiéndome un poco inquieto después de escuchar las palabras de Ming Ge esta tarde. Afortunadamente, Ming Ge no me dijo nada. De lo contrario, realmente le habría dicho. Ahora… No se puede decir nada… Pero todavía deseo ir y echar un vistazo.”

Heng Wen suspiró: “Sí, entonces ve a echar un vistazo. Quiero pasear por la ciudad de Luyang de una manera diferente, así que no te acompañaré. Encontrémonos en lo alto de la posada donde nos hospedaremos.

Cuando los cúmulos llegaron sobre la ciudad de Luyang, Heng Wen presionó la ola de nubes. No pude evitar decir: "Heng Wen".

Bajo la luz de las estrellas, Heng Wen se dio la vuelta y preguntó: "¿Qué es?" Sin embargo, no sabía qué decir, así que tartamudeé: "Ve a pasear por el contenido de tu corazón, te esperaré en la parte superior de la posada".

Heng Wen sonrió y dijo: "Entendido".

Este señor inmortal había cambiado su apariencia a la de un erudito, luego le pregunté a dos o tres transeúntes a lo largo de la calle principal de Luyang.  Fue solo después de un cuarto de hora que finalmente me paré en el techo de la casa de Mu Ruoyan.

Con todo, Shan Shengling fue algo evasivo, ya que su residencia estaba ubicada en el área norte de la ciudad, mientras que Mu Ruoyan se había establecido en la parte este de la ciudad. Aunque la residencia no era tan grande, estaba llena de flores y árboles, por lo que se veía muy exquisita. Desde el techo, pude ver varios cuartos de ala brillantemente iluminados en el patio trasero. Justo cuando me oculté para estar de pie en el patio, de la nada vi a una elegante sirvienta, que sostenía un plato, caminando y luego entró en una de las habitaciones de las alas. No pude evitar seguirla hasta la habitación para echar un vistazo. El ala estaba amueblada con buen gusto, con lámparas brillantemente iluminadas y ropa de cama de brocado cuidadosamente colocada sobre la cama. El gato montés dormía cómodamente sobre la colcha, mientras sus pequeñas patas empujaban juguetonamente el tubo de bambú de este señor inmortal.

Parecía estar viviendo bastante cómodamente.  Era muy probable que esta fuera la habitación de Mu Ruoyan.

La sirvienta colocó el plato sobre la mesa y se retiró, antes de cerrar la puerta del dormitorio.

Me acerqué a la mesa para echar un vistazo. Aparentemente, había pequeños pedazos de pasteles en el plato que habían sido envueltos en formas cuadradas con papel de colores. Estos papeles habían sido moteados por manchas de grasa y despedían una fragancia dulce.

A Heng Wen no le gustaba comer cosas dulces, pero resultó que a Tian Shu le gustaba.

Pensé en el resultado desolador, del que Mu Ruoyan aún no sabía nada, que ocurriría dentro de uno o dos días. Mi corazón comenzó a sentirse algo angustiado.