FLOR DE DURAZNO

CAPÍTULO 16

Pensando en la primera vez que conocí a Heng Wen, pensé que este Qingjun era incluso más pretencioso que Tian Shu Xingjun.

Por supuesto, la posición de Heng Wen Qingjun era un poco más alta en comparación con Tian Shu Xingjun.

En ese entonces, acababa de terminar de hacerle una visita a Tian Shu Xingjun, y recibí un frío asentimiento a cambio. El mensajero me había guiado todo el camino, diciéndome que visitaríamos al Señor de la Claridad Heng Wen. Este Qingjun maneja obras literarias influyentes y su posición era equivalente a varios Emperadores Señores (Dijun). Escuché atentamente y lo tuve en cuenta. Cuando llegamos al palacio Wei Yuan de Heng Wen Qingjun, solo vimos una multitud de inmortales que rodeaban una figura y se dirigían a otra dirección.

La deidad mensajera dijo: "Eso es muy malo para ti. Me temo que Heng Wen Qingjun está saliendo por un asunto". Su dedo señaló a la distante multitud de inmortales que escoltaban a unas pocas figuras. Flanqueando los lados izquierdo y derecho había dos Kuixing civiles y marciales , las tres figuras que seguían detrás de la figura central eran Zhang'an Wenjun y los inmortales Wen Chang y Wen Ming. El que está rodeado por ellos es Heng Wen Qingjun. Estiré mi cuello lo más que pude, pero solo vi una figura vestida de púrpura claro que se acercaba y luego se alejaba rápidamente. Delicado y elegante, la vista de su espalda en realidad se parecía a la de Tian Shu Xingjun. Pero todavía había conocido a Tian Shu cara a cara, a diferencia de este Heng Wen Qingjun cuyo rostro ni siquiera pude ver.

¿Qué me queda por hacer sino dejar una tarjeta de visita con mi nombre al pequeño asistente del palacio Wei Yuan y continuar mis visitas al resto de los inmortales?

Muchos días después, casi había terminado de visitar a los numerosos inmortales de los cielos. Cada día vagaba por aquí y por allá y me familiarizaba con el camino, hasta el día en que llegué al estanque de lotos, no muy lejos del jardín de duraznos de la Reina Madre. Los lotos del cielo florecieron durante todo el año, las flores brotaron directamente sobre el agua. Las nubes flotaban por los bordes del estanque, la fragancia del loto flotaba, invitando a caminar por el borde paso a paso y saborearlo con cautela.

Caminé hasta que llegué al final de las nubes y vi un papel extendido sobre una gran roca. Alguien estaba agachado encima, con una rodilla hacia abajo en medio de una pintura. Supuse que estaba pintando el loto de este estanque.

Me acerqué y grité, 'perdóneme'. La cabeza de esa persona se levantó, gritó de sorpresa, el cepillo en su mano se apagó.

Un poco de tinta salpicó mi túnica. Rápidamente se puso de pie y ahuecó las manos, sonriéndome, "No tuve cuidado , lo siento, lo siento".

Estaba atónito, no por las salpicaduras de tinta en mi ropa, sino por la hermosa gracia de la persona que se parecía a un loto.

Más tarde, Heng Wen me preguntó: "Cuando me conociste en ese momento, ¿me comparaste con Tian Shu?"

Respondí honestamente: "Lo hice, el propio Heng Wen Qingjun sabe claramente que nadie en el cielo puede compararse con tu apariencia, ¿por qué molestarse en preguntar?" Y Heng Wen parecía complacido mientras se reía.

En ese momento, todavía se veía un poco como un adolescente. Llevaba el pelo suelto, atado sólo en las puntas con una tira de tela. Vestía una túnica de lino con los puños arremangados y tenía una mano sujetando sus mangas. Supuse que él era el pequeño ayudante de algún señor que tenía el mismo estatus que yo, y un compañero inmortal suelto.

Su rostro estaba verdaderamente arrepentido cuando se disculpó. Rápidamente respondí: "Para empezar, fue mi culpa, te he impedido que pintes". Sacudí mi túnica y luego volví a hablar con una sonrisa: "En el mundo humano, a menudo se dice, 'manchado con tinta, tres días de profundidad en las artes' . Por no hablar de la mancha de tinta inmortal, ahora podría ser considerado un experto en las artes."