Carta 54: Carrusel

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El día nublado me hace querer ir al parque de atracciones. El ambiente fresco me hace tan bien, sentada en el carrusel. Elegí un caballo carmesí porque su color llamó mi atención. Dos vueltas en él y me di cuenta que no se movía. Me bajé y elegí el marrón. Pero el subir y bajar me mareó.

Intento bajar nuevamente, pero el cinturón aparece y las vueltas aumentan. Me quiero bajar pero no puedo. Comienzan a aparecer personas, muchas me observan. Algunos me miran asombrados, algunos se ríen y otros susurran entre sí. Entonces veo las manos apuntar hacia mi dirección y escucho las terribles voces: "eres grande""¡Busca algo que te sirva para vivir, sino ¿para qué?! 

Cierro los ojos. La cabeza me da vueltas y me duele pero cerrar los ojos no soluciona mi tristeza. Porque comienzo a escuchar palabras peores y frases hirientes que ya no vienen de la gente, sino de mí misma. ¿Dónde quedó aquella niña a la que no le importaba lo que le dijeran?El no puedes aparece, la inutilidad me abraza. Entonces aparece la frase más terrorífica: "Aquello que sueñas no se hará".

Entonces comienzo a llorar. El carrusel comienza a detenerse y yo sólo lloro cada vez más fuerte. Lloro porque queriendo agradar a la gente no lo logro. Lloro porque odio querer agradar a otros ¿dónde queda mi autenticidad? El carrusel va más lento y mi cara está completamente mojada No estoy siendo lo que quiero ser, he intentado tantas cosas y nada me sale bien. Que patética soy. 

El carrusel se detiene. La gente sigue allí. Puedo ver a cada uno. El cinturón se desvanece y caigo al suelo. La gente desaparece poco a poco mientras las risas cesan. La cabeza me sigue dando vueltas, me acomodo en el suelo y veo la grama. Entonces comienza una canción:

Deja de llorar 

Todo bien saldrá 

No des vueltas ya

Todo bien saldrá.

Repito la última frase pero todavía no siento que sea real ¿en verdad todo saldrá bien? La canción continúa y siento que el disco se raya en el "todo" Entonces oigo una voz distinta afirmándolo. Pero no entiendo por qué no puedo verte. 

"¡¿Dónde estás?!" Grito.

"En un pedazo de tu conciencia" me contestas.

"¿Qué es lo que haces allí?" pregunto.

"Hago que tomes buenas decisiones" me contestas

"¿Crees que pueda?" vuelvo a preguntar.

"Si me buscas lo encontrarás" vuelves a responderme.

"¿Qué camino debo seguir?" cuestiono ya un poco cansada

Yo soy tu camino, la única verdad en tu vida. Deja de pensar que no lograrás porque soy el único que sabe tu destino.

Juan 14:6


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