A lo largo del camino de esta vida. He notado como cada persona, tarde o temprano encuentra aquello que lo motiva.
Muchas veces, es de improvisto. En otras ocasiones es practicado durante años.
Entonces recuerdo las primeras que te vi tocar las cuerdas. El ir y venir de ellas y la felicidad en tu rostro cuando considerabas correcto el sonido. Pero venía seguidamente la decepción por el error de una nota y volver a empezar. Si, la, sol, do, mi, do y otra vez error.
Y así pasa el tiempo hasta que veo que ya cansada de equivocarte, agarras la guitarra y la guardas en el estuche. Vuelves a donde estabas sentada y tu cara se torna triste.
Pasa un rato y vuelves a sacarla del estuche. Porque en eso se basa:
En que no importa cuantas veces salga mal. Igual lo retomas y vuelves a intentar.
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100 cartas para ella
PoetryDedicado a los que dejaron a un lado lo que más amaban, a los que no saben expresarse bien, a los que aman, a los artistas porque todos tenemos el arte...