Carta 33: Flores radiantes de mi campo

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Flores radiantes de mi campo arranqué, en esas flores mis ilusiones deposité. Eran tan maravillosas que pensé que por siempre durarían en el jarrón del alférez. Divino era el olor que ellas desprendían cuando mis alegrías mucho más crecían.

Y los días corrían y corrían y mis flores se marchitaban cada día, pero yo cuenta no me daba y creía que ellas seguían viéndose bonitas. Y un día vi caer unos pétalos y horrorizada me di cuenta que mis flores se estaban muriendo y fue dolorosa la partida de mis hermosas flores. Porque junto a ellas se fueron un poco mis ilusiones.

Y luego la tristeza visitó y mis flores día y noche lloré. Y veía sus tallos secarse y arranqué sus raíces y seguía llorando mis flores. Cada día veía la tierra y mi tristeza crecía. Mis flores hermosas ¡Cuanto las quería! Y no las cuidé. Tanto decía amarlas pero un día comprendí que morirme con ellas no debía. Y agarré unas nuevas semillas y las sembré. Y he regado noche y día sus tallitos y sus hojitas poco a poco han salido. Una a una han aparecido y mis alegrías han aumentado. Pero en ocasiones recuerdo las anteriores y tengo demasiado miedo de no amarlas de verdad y dejar morir mis expectativas con ellas.

Flores radiantes de mi campo sembrado no arrancaré esta vez. Flores radiantes en mi campo las dejaré. Amarlas así sinceramente preferiré.

100 cartas para ellaWhere stories live. Discover now