100 cartas para ella

Carta 28: Cobardía

Que terrible es no sentir tímidez sino cobardía. Créeme que si por mí fuese lo haría pero tengo miedo de cómo reaccionarías. Créeme que te he querido de siempre, créeme que te quiero querer por siempre.

Quiero que seas la persona más feliz del mundo. Pero la ansiedad me carcome y el pánico me mata. Me odio porque cuando quiero hablar de mis sentimientos hacia ti siempre sucede algo externo y luego termino cambiando el tema. ¿Acaso me creerías si te dijera que ando locamente enamorada de ti y que verte hace que mi corazón brinque de la felicidad? ¿Que el simple sonido de tu voz hace que mi corazón corra? Bueno, mis miedos me gritan que parecería una desquiciada si te dijera.

A veces, cuando compartimos momentos juntos tú y yo. Muero por preguntarte qué es lo que sientes. Pero rápidamente empiezo a creer que tú no piensas de esa forma. Que no me miras de la forma que creo. Entonces contéstame para acallar mis tormentos ¿Qué sientes cuando luego de reír nos miramos o cuando al hablar comprendemos al otro? Porque yo siento que genuinamente me estoy enamorando. Y si para sincerarme contigo debo decirte que tengo miedo de estarme enamorando sola. Entonces entenderías que todo eso sella la salida de mis palabras.

Yo quiero que entre tú y yo no haya fin. Quiero estar incluída en tus planes y que tú estés en los míos. Quiero apoyarte en tus sueños, quiero ver tu sonrisa en los logros, quiero ser quien te consuele en el fracaso. Contigo quiero hacer todo.

Pero necesito escuchar un no o un sí. Necesito saber si me estás correspondiendo o no. Cualquiera sea tu respuesta quiero que sepas que ahora me di cuenta que siempre te amé. Que te amo y que quiero hacerlo por el resto de mi vida. Quiero despertar cada día aprendiendo a darte el valor que te mereces. No sé si es muy temprano o muy tarde para haberte dicho esto, pero es mejor que lo hayas sabido a haberlo callado por siempre.