13// Historias.

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Cuando llegamos, Joel insistió en taparme los ojos y el guiarme, a donde sea que me estaba llevando.

-No me vayas a dejar, caer. –le pedí, nerviosa-

-No, tranquila. –Me dijo, y pude sentir su sonrisa-

Después de unos segundos, caminando nos detuvimos.

-Okey, ya puedes abrir, los ojos. –me dijo-

Cuando abrí, los ojos, me sorprendí con lo que tenía enfrente, era un mirador con vista a la ciudad, era hermoso, el silencio que había en ese lugar, solo transmitía una cosa… paz.

-Wow, esto es hermoso. –dije-

-Lo sé, -me respondió, y yo lo mire- es… mi lugar en el mundo, para encontrar la paz que necesito.

-¿Tu, lugar? –pregunte-

-Sí, nadie viene aquí. –me dijo-

El vio la duda en mi cara y decidió seguir hablando.

-Hace unos años, este era uno de los mejores miradores de la ciudad, y venia mucha gente, casi todo el tiempo estaba lleno, pero después ocurrió una tragedia y papa logro hacer que cerraran el camino, solo mi familia y yo podemos venir aquí.

-¿Cómo hizo eso?

Él se encogió de hombros y respondió. –papa tiene contactos.
-¿Qué tragedia? –pregunte

-Una chica, conoció a un chico y se enamoraron, eran muy felices juntos, todo aquel que los veía, decía que llegarían juntos a viejitos. –Dijo y sonrió con nostalgia-

-Pero eso, no es una tragedia. –dije-

Ambos estábamos sentados, en el césped, mientras él me contaba la historia, yo lo escuchaba, cuando dije que eso no era una tragedia, note en su rostro que faltaba una parte de la historia, y él se debatía, mentalmente en si seguir contándome, yo lo espere hasta que hablo.

Luego de unos años, cuando era su aniversario decidieron venir aquí, durante el camino cuando venían de vuelta, ellos venían tranquilos pero un vehículo se les atravesó y chocaron, ambos llegaron muy graves al hospital, ella no se salvó.

-Y… ¿Qué paso, con él?  -pregunte-

-Cayo en depresión, ya no salía, decía que no podía salir y ver el mundo, sin que su amor estuviera aquí… con el –me miro, y siguió-  después de unas semanas el… ya no aguanto más, la familia de su chica no lo culpaba, pero el si se sentía culpable, su familia trataba de apoyarlo, pero el no pudo salir adelante, con el corazón roto y la culpa, decidió terminar con su vida.

-Pero un corazón roto, puede sanar. –dije, con los ojos llorosos-

-Ana…. Cuando te enamoras, y esa persona es la única que te entiende, te apoya y te ama te sientes el más afortunado y tu corazón late solo por esa persona. El de sentía así, el amor lo saco de malos momentos, pero también lo termino hundiendo.

-Qué final tan triste –dije y el solo asintió-

-Pero, no te traje aquí para hablar de eso, más bien para que te sientas mejor y creí que este lugar era el correcto. –me dijo-

-Y lo es, de alguna manera te transmite paz. –le respondí-

-el solo sonrió y asintió-

La verdad es que sentía que había algo que no me estaba contando de la historia, y quería preguntarle, pero sentía que no era el momento y la verdad es que no quería arruinarlo.

Eso no la cagues, ahora.

¡No iba a hacerlo!

¡Tú siempre la cagas!

Claro que no, y no pienso seguir con esta conversación.
Quiero sacar algún tema de conversación, pero no se cual.

¡Pregúntale lo de química!

-Oye –le hable y el me miro- tengo una duda.

-Dime.

-Cómo es que aprobaste química, si el tema del examen yo no te lo explique, y sacaste la nota más alta. –hable-

- Claro que si, Nita –me dijo- si tú misma lo dijiste después de salir de clase. 

-Yo nunca te explique eso y además Luca, me dijo que tenías el promedio más alto. –Dije, con gracia-

-De acuerdo –dijo, girando los ojos- me atrapaste, yo si entiendo química -me sorprendí- pero no te enojes, fue por una buena causa. 

-Okey, explícame. –Dije, fingiendo enojo-

-Es que quería pedirte perdón, pero no quería solo eso, también quería conocerte, me llamaste la atención, Nita. –dijo-

Si no te lo comes tú, me lo como yo.

Ignoren a mi conciencia, gracias.

La confesión de Joel, me tomo por sorpresa, pero es muy tierno.

-No te enojes. –me pidió-

-No me voy a enojar –respondí- me parece, gracioso.

-Okey, no fue la idea más inteligente, pero en ese momento, me pareció la mejor –dijo, sonriendo- la idea de Cameron, era tirarte comida encima y decirte que estábamos a mano y podíamos ser amigos. –Dijo y reímos los dos- 

Hablamos un rato, reímos y nos conocimos un poco más, después cuando ya el sol se estaba escondiendo, decidimos que ya era hora de irnos, además Joel me dijo que tenía que hacer unas cosas.

-Oye, Nita –me hablo, mientras conducía-

-Solo lo mire, para que supiera que tenía mi atención-

-Cuando quieras o necesites, hablar de lo que paso hoy en la escuela, sabes que aquí estoy.

-Gracias, Joel. –dije-

Y luego de unos veinte minutos, llegamos a la residencia.

-Nos vemos, mañana. –dijo-

-Nos vemos. –respondí-

Abrí la puerta pero antes de bajarme, lo mire, me acerque y le di un beso en la mejilla, no sé porque lo hice, pero no me arrepiento.

-Adiós, Joel. –le dije mientras me bajaba-

-Adiós, Nita. –respondió y me sonrió-

Cuando entre a la residencia, vi alejarse el auto de, no pude evitar sonreír como una tonta, subí a la habitación hable un poco con las chicas, me bañe y me fui a dormir.














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¡Gracia por leer! ¡besos!

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