3// Estoy loca.

30 6 0
                                    

Luego de unas horas hablando de cosas sin sentido con Luna, ella se fue a su casa y yo me quedé limpiando el desastre que hicimos -ella y yo somos un terremoto juntas, y lo peor es que la maldita nunca se queda a limpiar-


Después Clara, me pregunto si me parecía bien cenar pizza, a la que obviamente respondí que si -eso no se pregunta, la pizza es sagrada- cuando baje, comimos en familia y miramos el Capitán América -es la película favorita de mi hermano y mía- quería contarle a mi papa sobre el intercambió, pero estaba algo cansado y aun podía hablarlo mañana.

Al otro día, mi mala suerte volvió, cuando baje a desayunar, mi padre me estaba esperando.

-Buen día hija, recién me llamaron del juzgado... y tenemos reunión con los abogados y tu madre.

¿Por qué la suerte nunca estaba de mi lado? ¿Acaso hice algo malo en mi vida pasada? ¡Vaya suerte la mía!

¡Ni que lo digas!

Gracias por el apoyo conciencia!

-De acuerdo, después me dejas en la escuela.

Todos nos fuimos, dejamos a mi hermano en el jardín y nos fuimos a la hermosa reunión que nos esperaba.


Cuando llegué ahí estaba ella, con una enorme sonrisa, y odiaba eso, porque se que solo hacia esto por el dinero, esa mujer no me quiere, apuesto a que ni mi edad se sabe.

-Anita -me hablo- ¿como estas?

-Bien, gracias -respondí, seca ella sabía que odiaba que me diga así-

-Que grande estás, no parece que tengas catorce. -dijo ella, con "emoción"-

Y ahí estaba, no sabe ni mi edad.

-Laura, tengo diecisiete.

-Dime, mamá.

-Para mi, solo eres Laura -me dolía tener que decirle estas cosas, pero ella no se merecía el título de madre- para mi, Clara es mi mamá.

Auch, eso me dolió hasta a mi. ¡Pero se lo merece por perra!.

¿Sabes? Siempre apareces en los peores momentos, quería conciencia.

Laura solo me miraba sin saber que decir, entonces decidí entrar, tome asiento y la reunión empezó, la verdad es que no estaba prestando atención, pero de pronto, entró el juez y eso solo significa un cosa, algo iba mal.

-La señora Laura, tiene derecho de ver a su hija y según los testimonios de la señora, usted señor James, se lo estuvo prohibiendo, por esa razón, Ana se irá un tiempo con su madre, y usted tendrá que pagar todos los gastos.

En ese momento odié tanto a Laura y su cara de felicidad, mire a mi padre con temor.

-Con todo respeto, señoría -hablo mi padre- yo nunca le prive nada a Laura, mi hija fue la que nunca quiso volver con ella.

-Y ¿como sabemos que su hija no fue manipulada, por usted, para no querer ir con su madre? -Hablo el abogado de Laura-

-Yo jamas haría eso con mi hija. -Dijo mi padre, molesto-

-Suficiente, ya dije cual es mi veredicto, no hay nada que pueda hacer.

Mi miedo solo crecía, yo no podía, no quería volver con esa mujer.

-Se señoría -hable y todos me miraron- yo tengo algo que decir.

-Adelante, tiene mi permiso.

Papá me miraba sorprendido, Laura con miedo, pues posiblemente le estaba por quitar su oportunidad de conseguir dinero, y Clara me miraba con angustia, podía ver sus ojos cristalinos, era una de mis oportunidades para decir la verdad, pero yo aún, no estaba lista para decirlo en voz alta. Simplemente no podía.

Ana tu puedes.

-Yo... am .... eh... -tenía la respiración entrecortada-

-¿Señorita? -preguntó el juez-

Solo había una forma de escapar.

-En la escuela, me ofrecieron un programa, de intercambio -dije, mire a Clara y ella solo negaba con la cabeza- y me voy a ir, por eso no puedo irme con Laura.

-Cariño, no puedes irte -dijo, Laura- ¿no quieres pasar tiempo con mami?

Mis ojos se cristalizaron, dolia pensar esto, pero la verdad es que me sentiría más segura en cualquier otro lugar, que junto a ella.

-La idea del intercambio, me emociona más. -me limite a responder-

-De acuerdo, pero si no te vas, tendrás que irte con la señora Laura -dijo el juez-

-Si, está bien. -respondí-

-Sin más que decir, esperemos a que la señorita Ana, tome el programa de intercambio y daré por cerrada la sesión.

[...]

Mientras iba en el auto, pensaba en que si estoy loca, y en que tengo que pasar ese examen, si o si.

-Oye, hija -me dijo, papá- ¿Estas segura de que es eso lo que quieres? Podemos buscar otras soluciones, no quiero que tomes una decisión así porqué si.

-Si papá, estoy segura.

-el suspiro- De acuerdo, si es eso lo que quieres, te apoyo.

-Gracias.

¡De acuerdo, no se que voy a hacer de mi vida, definitivamente estoy cagada por un dinosaurio! No me gusta mentirle a papá, pero todavía no es el momento de decirle la verdad.

Dejamos a mi papá en el trabajo y Clara me llevó al colegio, pero era obvió que no me iba a salvar de hablar.

-Ana -me hablo, Clara- ¿Que pasó ahí dentro?

-No puedo decirlo aún -ya mis ojos estaban cristalinos- no estoy lista, no creí que fuera el momento correcto.

-No existe el momento correcto, se que es difícil, pero tienes que hablar antes de que sea más tarde.

-Tengo miedo. -confesé-

-Lo sé cariño, pero tienes que afrontar tus miedos, o ellos te consumirán.

[...]

Llegué a la escuela, me despedí super rápido de Clara, para ir a la oficina de Andres. Cuando entré no me moleste en tocar la puerta.

-¡Necesito tu ayuda! -dije apenas entré-

-¡Hola Andre! ¿Como estas? Yo bien y tú, gracias. - me dijo con sarcasmo-

-¿Terminaste? -le pregunte-

-Si -me respondió con aburrimiento- ¿que paso ahora, Ana? ¿te robaste otra manzana?

-No es eso. -dije y me senté-

-Bien, dime que sucede.

-Lo que pasó es qué, hoy fui al juzgado con mi papá y.... -le conté todo lo que pasó-

-Wow, Ana -me dijo- ¿Estas loca?

-Si, estoy loca -afirme- pero ¿me vas a ayudar? ¿Verdad?

-Si, tu tranquila, yo te ayudaré -me respondió- cuando me dijiste que lo ibas a pensar, pensé que te llevaría como una semana o más.

-Pues, las circunstancias se dieron de otra manera -respondí-

-Esta es una guía de lo que van a tomar en el examen, no tendría que hacer esto, pero te prometí que te iba ayudar.

Me quede un rato más con Andrés, él me iba explicando algunas cosas, también me inscribio para hacer el examen, tenía exactamente dos semanas para prepararme.

















¿Amor De Meses? Where stories live. Discover now