9// Tarde diferente.

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Ana Martínez.

Eran las 16:45 cuando me desperté. ¡Carajo, la alarma no sonó!

¡No es que no sonó, es que te olvidaste de programarla querida!

¡Gracias, por aportar conciencia!

¡A la orden!

Salte de la cama, junte mis cosas y salí corriendo a la casa de este rinoceronte.

Joel James.

Ya las 16:45 y esta niña no venía, la llame pero no hubo caso, por suerte le pude cancelar a mi papá, y podía esperar tranquilo a que ella venga.

Capas esta tardando, porqué esta nerviosa y no sabe que ponerse.

Hablo el que se cambio, tres veces.

¡Silencio!

Después de un rato, llegó la niña, y cuando fui a abrir la puerta, lo voy a admitir me sorprendí, ella estaba super sencilla, pero hermosa ¡¿Se puede ver alguien más linda, sin maquillaje y solo con el pelo mal recogido?! Yo creó que no. Ella llevaba unos jeans azul claro, una remera blanca, ajustada y corta, con unas zapatillas del mismo color, se veía preciosa y no lo voy a negar.

-Hola, pasa. -le dije, no sé que rayos me pasa, pero sin darme cuenta ya estoy sonriendo-

-Hola -me dijo, ella- lamento la tardanza.

-No pasa nada -respondí- ¿tuviste problemas para encontrar el lugar?

-De hecho -hablo y se empezó a sonrojar- me quede dormida, no te rías.

-Esta bien, esta bien -dije, aguantando la risa-

Después fuimos a la sala, que por cierto tuve que limpiar, no es fácil vivir tres chicos en una casa y mantener todo limpió.

-¿Que tema necesitas que te expliqué? -pregunto ella-

¡Alto, ¿un tema?! ¿Que tema?

¡Ya sé!

-Óxidos metálicos. -dije-

-Okey.

Después de un buen rato explicándome, lo que supuestamente no entendía, le pregunté si quería tomar algo, a lo que ella me respondió que si, fui a la cocina y traje jugo con galletas.

-¿Te gusta este sabor de jugo? -pregunte-

¡Que rayos! ¡¿Desde cuando, me importa si a alguien le gusta un sabor de jugo?!

¡Mm se nos está enamorando el Don Juan!

¡Ignoren a mi conciencia, por favor!

- Si este está bien. -dijo ella, algo divertida-

-¿Quieres ir afuera? -pregunte-

-Si, está bien.

Ya estando afuera, nos acomodamos, como en un picnic, y ya me dí cuenta de que era hora de hablar.

-Escucha, yo tengo que pedirte perdón, por hoy haberte hablado de esa manera -hable- lo siento.

- Creó que ambos empezamos mal, yo también lo siento.

-¿Empezamos de cero? -pregunté-

-Ella sonreía- Hola soy Ana, un placer.

-Hola, soy Joel, el placer es mío.

¡Y así comenzó, JOANA, un amor del chico que no se enamora porqué no supera y la chica del intercambio!

¿Amor De Meses? Where stories live. Discover now