Capítulo 20

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Los chicos habían llegado a la zona residencial, una vez que sus pies tocaron la calle principal dejaron de correr y decidieron caminar mejor para evitar hacer mucho ruido, podían escuchar a las personas dentro de sus viviendas hablando sobre lo que acababa de pasar.

-No te atrases Isaías – le dice Elías casi como una orden pero en voz baja por si acaso.

Isaías le sigue el paso – pues tú no te adelantes demasiado –le responde

-¿Siempre estás respondiendo? Eres como tu padre parece que siempre tienen algo que decir

-¿Vas a comenzar la segunda parte de tu discurso sobre mi padre? – le pregunta Isaías justo haciendo lo que Elías le estaba haciendo ver.

-Cállate... - responde, de pronto mira hacia atrás por simple instinto y vio que las luces del edificio de cuatro bloques se encendían – no puede ser – susurra

Isaías también mira hacia atrás –hay que comenzar a correr Elías – le dice y esta vez es él quien le jala del brazo para que se apurara.

Ambos corren por la calle principal acercándose al final donde solo había un andén y el resto era el comienzo del campo, las luces del alumbrado público comenzaron a encenderse una por una parpadeando hasta tener la intensidad que les correspondía, para cuando los dos chicos había llegado al andén todas las luces estaban encendidas pero ahora ellos tenían sus pies sobre la tierra árida.

Isaías recordaba su sueño, justo cuando bajo sus pies comenzó a sentir las mismas sensaciones que había tenido cuando estaba dormido, el suelo cubierto de un pasto suave luego un terreno de tierra con pequeñas piedras que le pinchaban la piel de sus pies era doloroso pero debía seguir corriendo.

Elías miraba hacia delante esperando que Isaías le estuviera siguiendo el paso, a lo lejos podía ver las luces nítidas que seguramente eran del vehículo estaban cada vez más cerca y comenzaba a sentirse aliviado a la vez que emocionado por haber logrado escapar de aquel sitio con éxito, ahora tendría una historia que contar a su hermana y a sus amigos aunque iba a ser difícil que le creyeran.

-¡Isaías! Corre más rápido – exclama Elías en un tono de alegría

En ese momento, Isaías se sorprende por lo real que había sido su sueño quizás no había sido un simple sueño, en verdad era capaz de ver el futuro pero como no podía contralar esa habilidad el miedo le ganaba y hacía que lo que veía se alterada de tal manera que no le dejaba concentrarse.

Se sentía feliz, pero luego recordó la parte de su sueño en la que caía y no quería que esa parte se volviese real, las piedras fueron remplazadas por pequeñas raíces habían entrado a un pequeño plantar de plantas bajas y las hojas le golpeaban el rostro y sus brazos.

-¡No te quedes atrás Isaías, sigue adelante ya puedo ver las luces del vehículo! – exclama Elías. Isaías seguía corriendo por supuesto pero el otro chico más joven parecía correr más rápido, la voz de este chico se alejaba pero podía reconocer lo que estaba diciendo.

-¡Lo logre! ¡Lo logramos señorita Lee! ¡Señor desconocido! - exclamaba Elías con alegría y entusiasmo.

Isaías jadeaba agotado no tenía idea de por cuanto tiempo había estado corriendo ni que distancia habían recorrido, cuando atravesó el plantar observó las luces del vehículo, Elías corría hacía las dos personas que estaba en el medio del camino seguramente esperando por ellos. Su atención se fijó en el hombre que estaba parado, distinguió que llevaba una chaqueta oscura y a medida que se acercaba podía ver que este hombre abría sus ojos y las luces del automóvil le hacía ver como si estuviese brillando, justo como en sueño.

Es real?! (COMPLETA)Where stories live. Discover now