Capítulo 15

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El sol se había ocultado dando la bienvenida a la noche, las luces de la instalación se encendieron iluminando toda la estructura en cada uno de los cuatro bloques, tanto exteriormente como internamente las luces brillaban con intensidad y no había un solo espacio que no estuviese iluminado, ningún lugar donde esconderse y las cámaras de vigilancia se aseguraban de que todo estuviera en orden y que no hubiera nada sospecho alrededor.

El gran patio era el lugar con más luces, las personas seguían allí caminando y charlando, haciendo alguna actividad y comiendo todos vestían de la misma manera exceptuando a los médicos especializados, enfermeras y empleados de servicio.

En el interior de uno de los bloques los pasillos estaban iluminados con una suave luz color azul, en el cuarto de uno de los pacientes las luces se encontraban apagadas, había un aroma esparcido en el ambiente parecido a la miel, se escuchaba también una melodía clásica muy relajante. Allí estaba Isaías dormido una vez más, si despertara recordaría lo que le había ocurrido y no como la última ocasión en la que se encontraba perdido.

Él estaba comiendo felizmente aquella deliciosa exquisitez en el comedor, sufrió uno de sus ataques en donde su realidad se alteraba y le hacía ver escenas que se repetían no solo una o dos veces, se repetían más de dos veces y de seguido, eso no sería normal por eso se asustó y desfalleció.

El rostro del chico permanecía inmóvil como la última vez, no había señales de que fuese a despertar pronto. Pasaron unos minutos y los músculos de su rostro comenzaron a moverse fruncía las cejas y labios lo que indicaba que no estaba teniendo un sueño placentero pero tampoco quería decir que estuviera teniendo una pesadilla.

-¡Isaías! Corre más rápido

En su sueño él estaba corriendo en medio de la oscuridad su recorrido no estaba de ninguna manera iluminado, bajo sus pies desnudos sentía un suelo duro como el hormigón luego sintió que corría por un terreno más blando, como la tierra seca pero no estaba caliente sino más bien a una temperatura ambiente, al ir más lejos sintió las raíces de los árboles y las plantas más pequeñas que aplastaba con sus pies las piedras que le punzaban la piel pero aun así no tropezaba, él solo seguía corriendo sin poder ver nada delante suyo, pero sentía que había alguien delante de él también corriendo a prisa y llamándole para que no se detuviera.

No se atrevía a mirar hacia atrás, solo hacía adelante porque algo en su instinto le decía que si giraba su cabeza para echar una mirada atrás de él se caería así que no se atrevió a hacerlo, siguió corriendo y parecía que no se cansaba, ni siquiera pensaba en detenerse y descansar.

-¡Ya casi llegamos!-exclama la persona que corría delante de él, no era una voz que le resultara familiar sino de alguien que nunca en su corta vida había escuchado pero le generaba confianza el solo escuchar que lo llamaba.

Al final del camino observó a un hombre que lo esperaba con los brazos abiertos pero no pudo llegar hasta él porque sentía que su cuerpo estaba cayendo en un precipicio.

-¡Auch!

Exclamó el joven, se había despertado pero de una manera dolorosa, estaba en el tumbado en el piso se había caído de la cama y eso había provocado que su sueño se interrumpiera seguramente en la mejor parte.

-Ngh...me golpee muy fuerte –susurra y observa a su alrededor, estaba oscuro pero una parte de la luz exterior pasaba a través de la ventana y cortina que la cubría, recordó lo que le había ocurrido en el comedor y se sintió avergonzado porque ahora todos lo habían visto y lo más seguro era que comenzara a hablar de él justo como lo hacían aquellas dos personas en el comedor antes de desmayarse.

Es real?! (COMPLETA)Where stories live. Discover now