𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚇

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[DERIAN]

Lukas y yo éramos tan parecidos pero al mismo tiempo tan diferentes, eso era lo que hacía que encajemos tan bien. Sin embargo, había cosas que, obviamente, no cambiarían de la noche a la mañana y una de esas era la inseguridad.

Tengo que apoyarlo en cada momento si es posible, empezando de poco a poco a desafiar el miedo.

—Sabía que Luk también era gay— dice Rui con desinterés — Se notaba claramente que le gustaba Derian, o no Narín — él codea a su hermana y ella le regresa el golpe.

Ambos comienzan una guerra de codazos y veo a Lukas suspirar cansado.

—¡Chicos!— exclamo con la poca paciencia que me queda— Solo quiero que no le digan a nadie, no hagan comentarios al respecto ¿ok?— suspiro — Esto es importante para nosotros y si son nuestros amigos, sabrán que Luk... Bueno, él se sentirá incómodo con las miradas de aquellos que sepan.

Ambos se miran entre sí y luego asienten. Me volteo hacia Lukas cuando en ese momento las puertas del restaurante se abren, dejando ver la silueta de Mara entrar.
La mirada de ella sobre nosotros es pesada, nos mira con frialdad unos segundos para después irse a los baños y azota la puerta.

—Debe seguir enojada por lo de ayer— susurra Narín

Encojo los hombros mirando a Lukas— No me importa siempre y cuando no me vuelva a molestar.

Y que no se atreva a hacer algo contra Lukas.

Lukas rueda los ojos y sonrío.  Ahora que sabemos nuestros sentimientos, me es inevitable pensar en los celos que Lukas debe tener con respecto a Mara.

—¿No vas a irte?— dice Lukas al darse cuenta de mi mirada sobre él.

—No— alzo las cejas y me acerco para acomodar el cuello de su camisa— Tengo día libre hoy, pero tú si debes trabajar— sonrío y Lukas mira a los gemelos.

Sonrío al ver lo nervioso que se puso y sabe que yo no tendría miedo de mostrar cariño en público, sabe que sería capaz de besarlo ahora mismo si quisiera.

Los gemelos sin decir algo, se alejan a pasos silenciosos.

—No hagas eso... aquí — dice desviando la mirada a un lado

—Pero no hice nada...— sonrío y la necesidad de molestarlo me invaden, por lo que me inclino hasta su oído y apesar de que se tensa por mi cercanía, Lukas no hace nada para alejarse tampoco— pero podría hacerlo— susurro.

Me alejo y él se queda pensativo— ¿Hacer qué? De que... ¡Oye! Tú... ¡¿Qué tonterías estás pensando?!— exclama y pronto el sonrojo se ve en sus mejillas.

—¿Yo? Yo no pensé nada

Él abre los ojos y acerco mi mano para revolver su rizado cabello pero él me da un manotazo, se da la vuelta y se aleja totalmente avergonzado.

Sonrío y me encamino al despacho de mi madre, cuando nuevamente me topo con la mirada de Mara, solo que ahora, ella tiene una sonrisa maliciosa.

Eso me da mala espina, sin embargo decido ignorarla y seguir mi camino.

Al entrar al despacho, observo la pequeña montaña de papeles regados en el escritorio. Me sorprende el hecho de que, con su personalidad ordenada, mantenga este desorden.

Comienzo a ordenar las carpetas y mientras ordenaba, el nuevo menú que habrá en el restaurante capta mi atención, por lo que tomo asiento y lo leo.

La puerta se abre y mi madre entra, una sonrisa se forma en su rostro al verme.

—Al fin te animaste a querer hacerte cargo del restaurante— dice poniendo sus cosas en el escritorio.

Suelto una carcajada— No, no, solo estaba leyendo.

Ella finge decepción y yo me levanto para cederle el asiento. 

—En fin, ¿no trabajas hoy?

—Asies, hoy es un día importante y por eso he venido

Ella frunce el ceño— Enserio no te harás cargo del restaurante.

Cierro los ojos y niego— No y no voy a considerar si me sigues diciendo lo mismo cada que vengo mamá.

Sonríe y se recuesta sobre la silla— ¿Entonces? ¡Díos Derian, dime ya!

Sonrío— Tengo novio

Ella se cubre la boca sorprendida— !¿Enserio? ¿Quién es?!

—Bueno, es alguien que ya conoces pero antes que nada, necesito decirte algo más importante.

Estaba por hablar cuando el estruendo de platos rotos nos hace voltear hacía la puerta, que segundos después es abierta por Narín.

—Tenemos un problema acá afuera.

Miro a mi madre y ambos nos levantamos a toda prisa siguiendo a la chica.

La escena frente a nosotros no tiene explicación. Lukas tiene una bandeja en sus manos con la mirada baja y platos rotos por sus pies.

Rui retiene a Mara, quien está bastante alterada.

—¡Marica!— le grita Lukas— ¡Eres un jodido marica!

—¡Basta Mara!— exclama Rui mientras jala de ella.

Me acerco rápido a Lukas y busco su mirada, pero él se mantiene con la cabeza gacha.

—¡Maricas!— grita nuevamente

—¡Basta!— exclama mi madre, en su voz se escucha lo molesta que está— No voy a permitir este tipo de escándalos. Ambos, vayan a mi despacho ahora mismo— señala a Lukas y Mara —Los demás a trabajar.

El gemelo suelta a Mara y se aleja, ella me da una última mirada antes de caminar hacia el despacho.

Mi madre me da una mirada y me indica que me lleve a Lukas, obedezco y lo tomo de hombros para acompañarlo al despacho.

Al entrar, ni siquiera me tomo la molestia de ver a la chica, sino que esperamos pacientemente la llegada de mi madre, quien minutos después aparece.

Los tacones hacen ecos y se sienta, nos observa a ambos para después comenzar a hablar.

—Bien— su voz sale fuerte, autoritaria mostrando lo enojada que está— Me pueden explicar que acaba de pasar allá fuera.

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Ay no, Mara está basada en gente que conozco. Por favor, que algún día cambien de mente

Inefable Where stories live. Discover now