𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝚅

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Derian se volvió en mi primer amor... Y me dolía que lo nuestro nunca podrá llegar a ser. Ahora no solo tenía que esconder mi homosexualidad, sino también mis sentimientos por la única persona que realmente me importaba.

La preparatoria terminó y como era de esperarse, ambos teníamos planes diferentes lo que significaba que nos tendríamos que distanciar... Se supone.

Aunque quería seguir la escuela, mis padres me lo negaron y decidieron que me tomara un año de descanso y que mientras estudiaba en casa, también aprovechará para conocer gente.
En pocas palabras, ellos exigían que tuviera una relación.

Derian en cambio, esperaba que continuará sus estudios aún si sus calificaciones no eran tan buenas. Sin embargo, lo que me dijo esa tarde totalmente me sorprendió.

-Encontré un trabajo y mis padres me dejaron independizar, de todos modos ya tengo veinte años- dice contento- Ya encontré un lugar para vivir y me mudaré allí mañana.

Su decisión me sorprendió, ya que sus padres tenían dinero y creí que con ello tendría una vida asegurada, pero tal parece que subestimé sus valores.

-Felicidades- sonrío feliz. Al menos a él le está llendo bien.

-¿Y tú qué harás?

-Pues, creo que podría buscar un empleo de medio tiempo y estudiar en casa, aún no sé muy bien

-Tú no necesitas estudiar, eres muy inteligente

-Me gustaría decirte lo mismo- bromeó

Él rueda los ojos- Tan humilde como siempre

Ambos reímos y el ambiente se siente cálido. Una comodidad que no estoy dispuesto a perder.

Esa tarde practicamos hasta que se hizo de noche.

Mientras iba a casa, pensaba que carrera estudiar el próximo año. Me gustan muchas cosas, tal vez sea bueno en cualquiera menos en medicina, me aterra la sangre.

Cuando entro por la puerta, mis padres están sentados en el sillón y al verme dejan de hablar.
Su actitud me pone nervioso, siento que algo va a pasar.

-¿Qué sucede?- pregunto acercándome

-Sientate, queremos hablar contigo - dice mi madre suavemente

Me siento frente a ellos y los observo a ambos, esperando un sermón.

-Hemos hablado con tu madre y decidimos buscarte una pareja

Frunzo el ceño aún más confundido- ¿Qué?

-La hija de la vecina es una buena candidata, ella dice que eres un chico muy apuesto - comenta mi madre con una gran sonrisa- Le dijimos que tendría una cita con ella mañana por la tarde.

Me levanto molesto. Esto es el límite.

-¿Por qué hicieron eso? No la conozco

-Por eso tendrán una cita

-¡No quiero!

-Lukas- habla mi padre con firmeza - Aceptarás salir con ella. Si no la conoces como sabrás que no te gusta.

-Pero es que...

-Luk, hijo- mi madre me mira mostrando dulzura, una tan falsa - Solo dale una oportunidad, sino se entienden, dejaremos de molestarte con esto y dejaremos que lo hagas tu mismo.

Hago puños y trago saliva. Si no acepto, me seguirán molestando y discutiremos, mientras que si acepto, hay una posibilidad de que no me molesten por un tiempo y así tenga tiempo de pensar en cómo revelar todo.

-Bien.

Mi madre se levanta y me abraza, deja un beso en mi mejilla mientras toma mi rostro entre sus manos.

-Mañana a las 3 pm en la cafetería, no lo olvides.

Es un cariño falso.

Me alejo y subo las escaleras para ir a mi habitación. Esperaba que me dijera algo diferente, algo que me hiciera la ilusión de que pueden ser capaces de entenderme.

Saco mi celular y me tiro sobre la cama. Abro el chat de Derian y escribo.

Yo:
Mañana llegaré un poco tarde
a la pista, tengo un compromiso antes

El mensaje es entregado y minutos después responde.

Derian:
Mientras me cuentes después
cómo te fue, no hay problema.

Sonrío y no respondo.
Nunca me pensé que un simple mensaje cualquiera me trajera tanta felicidad y me gustaría que él se sintiera de la misma forma que yo... Aunque eso no es más un simple sueño.

Inefable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora