-Imprudente.- "El Ladrón del Rayo." (Saga Percy Jackson x Oc)

Capítulo 13: Me monto a un "toro".

N/A:

Me olvidé de comunicar en el cap anterior. Cambié el diseño original de la Quimera, al que Rick Riordan describió en sus libros. Nunca me gustó, asique le di una nueva versión, mas parecida a las que se describen en otros medios.

Fin de la N/A

Pov 3ra persona

Todo el piso explotó, con la llamarada saliendo por el agujero en arco. Fuego deslumbrando en el cielo, y calor inundando alrededor. Cualquiera persona del mundo griego diría que sería normal ver a una Quimera hacer esto. Pero para la familia y el guardia del parque, era una cosa completamente diferente.

Todavía acurrucados contra la puerta, veían en shock como el lugar se había vuelto un caos, causado por una anciana gorda, su mascota, y dos niños pre adolescentes. Uno de ellos saltando por el agujero, mientras que el otro fue consumido por las llamas de la Quimera.

Equidna sonrió. Logró no solo que el ladrón del rayo saltara, sino también carbonizar al cazador de monstruos con su hijo. Pero ahora necesitaba confirmar que Percy Jackson estaba muerto, y quitarle el rayo.

Las llamas de la quimera se fueron extinguiendo, hasta el punto en el que dejaban de salir de su boca, y las flamas que quedaban se detenían lentamente. Con la cantidad que había soltado, seguramente ni siquiera habría un cadáver debajo.

Pero una repentina risa cansada salió debajo del humo, confundiendo tanto a bestia como monstruo.

-Dioses... Esta era mi única playera, señora. Ahora no tengo nada.-  Sus ojos se abrieron al oír la voz. Una que creía muerta.

Alexios Manderville. Vivo, agachado y con ropas quemadas, pero su piel apenas lastimada. Equidna ni siquiera fue capaz de modular alguna palabra al verlo allí, sacudiendo su nariz.

-Debo decirlo. Estuvo cerca... Más de lo que cree.- Siguió hablando, poniéndose de pie lentamente, y sosteniendo lo que parecía su daga en su mano. -Tal vez me confié demasiado.-

Equidna no supo que responder. Todavía el shock estaba presente en su rostro, viendo al niño jugar con su arma, debajo del mango. Ni siquiera podía darle la orden a su hijo mascota para que atacara.

-Pero hablando en serio, ¿sabe lo que cuesta conseguir estas playeras?- Alex se señaló, como los restos de su remera que colgaba, teniendo manchas negras alrededor. -Ahora no tengo de otra, más que volver a la tienda de regalos y comprar la que decía, I <3 Quimeras.-

Y con eso, en ese instante, Equidna gritó, y  la Quimera no tardó en rugir. Saltó con las tres cabezas hacia él, apuntando sus garras en su dirección. Alex reaccionó, y se deslizó debajo de la bestia, saliendo por la parte de atrás, y dándose la vuelta rápidamente mientras le cortaba la cabeza a la serpiente.

-¿No me puede dar un segundo?- Alex se quejó, oyendo el aullido de dolor de la bestia.

La Quimera volteó, con más llamaradas saliendo de su boca, y escupiéndolas al chico de cabello negro. Alex hizo una mueca de dolor cuando saltó y dio vuelta una mesa con la que se cubrió. El calor seguía siendo igual de fuerte que antes.

Cuando las llamas se volvieron menos fuertes, saltó y se montó encima del lomo de la Quimera. La bestia rugía y saltaba locamente, corriendo a todas direcciones. Igual que como si montara un toro.

Su otra cabeza intentó morderlo repetidas veces, sintiendo el horrible hedor provenir de su boca. Como el de viejo combustible de autos. Ambas cabezas trabajando en conjunto para lograr las enormes llamaradas y explosiones que traían.