El Recuerdo De Elizabeth Berkshire

Capítulo 15

"Los dibujos de Elizabeth"

18 de septiembre, 1888
Me encontraba en mi habitación haciendo lo mismo de siempre. Últimamente el amor en general me había estado inspirando en mis dibujos, la mayoría de mis dibujos se basaron en momentos que había vivido a lo largo de mi vida y algunos otros use mi imaginación. Estos serían los dibujos que le entregaría a la señora Thompson.

El primer dibujo era de una niña pequeña junto a un paisaje en el que había un lago con aguas celestiales en un día de primavera. La historia de este dibujo es un recuerdo de cuando tenía cuatro años, mi madre y yo caminábamos por ese lugar para recoger flores, y en ese rato ella vio que miraba al horizonte y hablaba con el bosque como si fuera una persona. Después de que ella lo viera me preguntó con quién hablaba y le respondí al agarrar una flor pequeña, ella mencionó que era de las pocas personas que conocía que le hablara a un bosque después de su difunta hermana y apreciaba mi amor hacia la naturaleza.

El segundo dibujo se podía apreciar a una pareja acostada viendo las estrellas en una oscura y reconfortante noche romántica como la que viví hace unas semanas con él. Esa noche fue de las mejores que tuve en toda mi vida. Pensar que éramos como la combinación de la luna y las estrellas, me hacía sentir mariposas en el estómago al igual que mi corazón lleno de alegría al imaginarlo.

El en tercer dibujo dibujé un vagón de tren en el que estaban dos chicas haciéndose pasar por chicos y un chico ayudándose a escapar. Al decir verdad ya no recuerdo de que querían escapaban, ya que solo fue un sueño.
Lo que recordaba era que vivía en unos años atrás en el cual las mujeres no teníamos permitido subir a un ferrocarril por ideas tan estúpidamente retrógradas de los hombres y me preguntaba por qué eran así. La chica se llamaba Euphemia mientras que el chico se llamaba Thomas.

El cuarto dibujo era de dos mejores amigas que podrían ser una representación gráfica de Rose y yo con coronas de flores con los brazos cruzados y a la vez sus manos estaban entrelazadas dando vueltas bailando mientras disfrutaban el momento de la feminidad y el poder femenino que para en la sociedad machista y patriarcal en la que vivimos y solíamos ser oprimidas, pero dejaban de lado eso y creaban un recuerdo más que marcaría su amistad. Este fue de mis dibujos favoritos por el contexto que le puse. Si pudieran ver la pintura desde otro punto de vista, pero con una mente abierta parecían que podrían ser algo más a pesar de que era mal visto.

El quinto dibujo era de dos niños pequeños jugando fuera de su casa, esos niños eran mi hermano y yo, y ese recuerdo era del día en el que conocimos a los Deloughrey solo que fueron momentos antes de eso. En todos estos años, me di cuenta que una parte de mi como persona era gracias a él que fue el que me impulsó a conocerlos y ya no tuviera tanta timidez como antes, además él siempre había sido un buen hermano a pesar de tener discusiones y estuvo conmigo desde de la muerte de mamá.

El sexto dibujo era un retrato de mamá, mi madre siempre fue una linda persona, la recordaba cómo alguien muy cariñosa, amable y bondadosa. Habían pasado siete años desde que murió y la extrañaba mucho, a veces solía pensar en ella, en que si ella aun estuviera viva estaría orgullosa de mí, era algo que me preguntaba en las noches de insomnio que solía tener de vez en cuando.
Recuerdo las cosas que ella amaba como el cielo soleado, los recorridos en el bosque cercas del lago y me quejaba en el camino. Desearía haberle hecho más preguntas de la vida y de cómo ser, ahora sabía que lo que muere no se queda muerto y sigue vivo.

El séptimo dibujo era de una persona en un pasto verde teniendo su muñeca izquierda amarrada a un hilo sin final que para nuestros ojos era invisible, para mi esa era mi representación sobre el destino y el cómo a gracias de este sin darnos cuenta puede cambiar nuestra vida. En mi mente lo visualizaba de dos colores diferentes, uno era color rojo muy intenso que para mí significaba el amor puro y pasional, mientras que el otro era color dorado que representaba la prosperidad en una relación y el destello de la mirada del amor de cuando ves a tu persona amada es como sentir esa conexión y tensión qué hay entre pareja.

Siete dibujos, siete historias diferentes sobre mí, Elizabeth Berkshire, de mi vida, mi imaginación y mi forma de ver las cosas que ofrece el mundo para la humanidad a pesar de lo horrible que solemos ser las personas, pero aun así podía encontrarle lo positivo en él.