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Al día siguiente, viajamos al estanque de los dragones para poder abrir un vórtice que nos transportaría a la dimensión Astral.
- Vaya esto me trae recuerdos.

- Lo dices como si hubiera pasado años desde que vinimos a este lugar — me respondió Mery con una sonrisa en su rostro.

- Es cierto, cuesta creer que apenas llevo 1 año con este poder y mirar todo lo que a pasado — exclamé con algo de nostalgia aunque no todo era miel con hojuelas.

- Están listos, proseguiré a abrir el portal — exclamó Miguel levantando lentamente su mano derecha e inmediatamente comenzó emanar un gran brillo y frente a él se abrió un gran vórtice.

- Venga muchachos, acabemos con esto — grité con determinación intentando motivar a mi equipo.

- Y que hay de ti Takasuna, nos acompañaras en esta ocasión — preguntó Amer curiosa

- Debo cuidar el templo, sin embargo, les deseo mucha suerte — respondió Takasuna y acto seguido nos introducimos en el vórtice, mi vista se tornó blanca, curiosamente está sensación se me hacía familiar. Al llegar al otro lado nos encontramos en una isla volcánica con una gran montaña en medio de la isla, inconscientemente mostré una sonrisa, pues sabía exactamente dónde nos encontrábamos.

- ¡Inmensa cabezota! — grité alegremente, de pronto, se soltó un gran viento dirigiéndose contra mí, tan fuerte que casi salgo disparado de ahí, pero al mismo tiempo se sentía cálido, era como si el viento me arropara, acto seguido en el cielo las nubes comenzaron a juntarse y formarse en Eolo.

- Yuno, cuanto tiempo — me respondió con una sonrisa, a leguas se veía que me había extrañado o yo quería creer en eso.

- Hola, Eolo como te encuentras — exclamó Miguel a lo cuál Eolo se sorprendió gratamente.

- Arcángel Miguel es un gusto verlo, que lo trae por aquí.

- Es una larga historia, pero quiero pedirte un favor, entrarán a las islas místicas vestidos como elfos y viajarán por barco, así que me gustaría que os guiaras hasta su destino — respondió Miguel.

- Sabes que soy neutro y los problemas de los mortales no son de mi incumbencia, pero por esta ocasión y por ser una petición tuya, ayudaré — exclamó Eolo a lo cuál Miguel mostró una sonrisa de agradecimiento.

- Oye cuando vine a que me entrenaras no accediste tan fácilmente — le reproche.
- Tu estatus es diferente al del arcángel Miguel, joven Yuno — me respondió Eolo amablemente.

- Ja, ja, ja qué crueldad — respondió Amer con un tono de burla, acto seguido Miguel levanto ambas manos hasta la altura de sus hombros y hablo en un lenguaje algo peculiar.

- Transformus fisicus — de pronto apareció un círculo azul con unos símbolos extraños debajo de cada uno de nosotros y nos cubrió con una gran luz, cerré mis ojos y al abrirlos quede estupefacto, mis compañeros se habían convertido en unos seres que parecían sacados de los cuentos de hadas.

- ¿Qué, por qué me miras así? — exclamó Mery al percatarse que la miraba de una extraña manera, pero simplemente no podía evitarlo, tenía las orejas largas y puntiagudas, su peinado era el mismo al igual que su moño color rojo en su nuca, solo la diferencia era su color de pelo que ahora era rubio, traía puesta un corsé medieval ligeramente apretado de color blanco, unas botas de cuero del mismo color que su camisa, también portaba una falda algo larga de color blanco que le llegaba hasta las rodillas y una manta de Gaza transparente de color azul celeste que terminaba en punta.

- Lo siento, pero es que es increíble, nos convertimos completamente en elfos — grité extasiado de emoción.

- Pues tú pareces un personaje de videojuego — respondió Mery.

Yunopsis "The Legends Of Guardian". Where stories live. Discover now