Yunopsis "The Legends Of Guardian".

"Zaiko el asesino de multiversos"

Por fin habíamos logrado llegar a nuestro pueblo después de aquel viaje a Japón, Mery y yo estábamos encantados de volver a casa, pero nuestra alegría era pasajera, ya que algo en el cielo como si se tratara de un meteorito estaba cayendo a una velocidad incalculable a la tierra

-Mira Yuno en el cielo, será un trozo de meteorito — me gritó Mery señalándome con su dedo índice aquel objeto en el cielo.

-No lo sé, pero dudo que impacte a la tierra, si es que es un pedazo de meteorito se desintegrara en la atmósfera — le respondí y sin darle importancia regresamos a casa, una vez ahí encendimos la televisión para ver las noticias sobre el crimen actualmente, ya que como héroe detener el crimen es mi privilegio, luego los aplausos y las regalías que iba a generar en un futuro como héroe, el primer héroe real, pero vaya mi fortuna, ya que el reportaje estaba centrado en algo único para este mundo, el meteorito había impactado la tierra y estaba creando unas fuertes ondas magnéticas que impedían que las cámaras se acercaran a grabar el hecho.

-Oye amor presiento algo malo en ese objeto que cayó del cielo — me dijo Mery angustiada.

-Te aseguro que no es nada, mira para que te sientas mejor yo mismo iré a ver aquella cosa y si es peligrosa la destruiré con mis propias manos, al fin y al cabo, nadie es más poderoso que yo en este mundo — le respondí con gran arrogancia. Me coloqué mi traje y salí directo hacia la ciudad donde había caído aquel objeto dejando a Mery un poco angustiada. Casi al llegar observé cómo aquel objeto había dejado un cráter en el suelo por el impacto, era bastante grande así que me acerque cautelosamente a aquel sitio y vaya sorpresa que me di al ver que era una nave espacial y no un meteorito.

-Qué carajos — grité sorprendido al ver la nave alienígena que se hallaba en medio de la ciudad vecina de mi pueblo, de pronto, la escotilla de la nave comenzó a abrirse lentamente y mi cuerpo se llenó de escalofríos por la incertidumbre de saber quién demonios era el que piloteaba aquella nave, de pronto, salió de la nave un ser de piel verdosa, con cuerpo humanoide, pero su rostro parecía más de Reptil y sin duda lo que más impresión daba de él era su baja estatura y sus grandes ojos ovalados totalmente negros, tanto así que no se notaban sus pupilas.

-Oye lagartija, tú quien eres y qué haces en mi planeta – le grité con fuerza intentando intimidarlos.

-¿Dónde está el nuevo guardián? — preguntó aquel sujeto misterioso con una voz gruesa y siniestra.

-Lo tienes frente a ti lagartija apestosa — le grité en un tono de burla.

-¿Tú? Ja, ja, ja pensé que sería alguien poderoso, pero creo que mi trabajo será más fácil de lo que pensé — respondió aquel sujeto soltando una carcajada macabra.

-¿Fácil? Mira mejor regresa a... — le grité, pero antes de poder terminar se lanzó contra mí con una tremenda rapidez conectándome un puñetazo y mandándome volar por los aires atravesando un edificio. Salí rápidamente de los escombros solo para ser recibido por una gran patada a la cabeza que me mandó a rodar contra el suelo, me levanté de inmediato con un “Kip Up” pero fui recibido nuevamente por una patada lateral que me levanto por los aires a unos 5 metros de alto, de pronto, apareció detrás de mí como si este se teletransportara lanzándome un codazo en la espalda estrellándome de boca contra el suelo.

-Que decepción y pensar que estaba ansioso por este combate — me respondió aquel sujeto que ahora se encontraba suspendido en el aire volando.
-Quien carajos eres tú – le pregunté mientras intentaba levantarme y con mi mano derecha me limpiaba la boca llena de sangre.

-Yo soy Zaiko y vengo por tu cabeza — respondió aquel alienígena de piel verdosa.

-Ja, ja, ja y crees que la tendrás fácil estás equivocado, ven ataca lagartija apestosa, veamos que es lo que tienes – le respondí con un tono provocativo para que esté me atacara, lo cual funciono pues Zaiko furioso se lanzó contra mí volando a gran rapidez lanzándome un puñetazo el cual logré esquivarlo y contraatacándolo con otro puñetazo lanzándolo a volar contra un edificio desplomándose al instante.