EXTRA: 🦋AZUL🦋(Versión en físico)

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One minute I held the key

Next the walls were closed on me

And I discovered that my castles stand

Upon pillars of salt and pillars of sand

VIVA LA VIDA

Coldplay

Azul

Chelsea mueve los dedos sobre las teclas. No las presiona con mucha fuerza, solo vagamente, pero está entregada al ritmo como si no tuviera más opción, como si su vida dependiera de ello. Sus hombros suben y bajan, y el volumen de la melodía que toca no es suficiente para tapar su llanto. Pese al dolor que transmite, luce como ángel. Un ángel cabizbajo y con el corazón muy roto.

La acompaño sin que lo note desde el pequeño sillón rojo al fondo del salón. Ya es mediodía, pero hoy el sol se ha levantado sin ganas y el salón está más oscuro y sombrío que de costumbre. Cada vez soporto menos este castillo, este paisaje nevado en el que los colores son apenas un recuerdo de otra vida. Tal vez por eso me gusta estar cerca de ella: me recuerda a mí hace un tiempo y a algunas cosas que dejé atrás.

Un relámpago ilumina todo, pero dura menos de un segundo, seguido un trueno hace vibrar los vidrios. Chelsea sigue en lo suyo y yo miro por la ventana. No me gustan las tormentas.

¿Nevará otra vez? Ojalá solo llueva. A veces soy mala prediciendo el clima, pero soy buena leyendo a las personas. Solo es cuestión de cerrar los ojos, recordar su voz y todo lo que me hacen sentir. Las almas están hechas de colores y energía, y nada de esto se puede percibir con los ojos; la mayoría de veces las siento y las veo con el corazón.

Escucho pequeños golpes en la ventana. Son gotas. Ha empezado a llover.

Cierro los ojos y me dejo llevar algunos segundos por la música. No parece que vaya a dejar de tocar pronto, así que decido quedarme ahí, en silencio, mientras escucho su melodioso caos y la lluvia.

Últimamente he estado pensando mucho en mamá y en las conversaciones que teníamos. Llevo meses sintiendo que olvidé algo importante, que a pesar de que le hice cientos de preguntas al día, por más que busco entre mis recuerdos, no encuentro lo que necesito. Tal vez todas fueron preguntas tontas. También busqué en algunas de sus miradas y nada. Todo lo que tengo de ella son sus palabras optimistas sobre la vida, sobre vivir, casi como queriendo demostrar que valía la pena seguir aquí... ¿Trataba de convencerse a sí misma?

Antes pensaba que tal vez una palabra hubiera podido salvarla, pero se las dije todas, recuerdo muy bien que se las dije todas, todas. Sin embargo, no bastaron.

Chelsea se detiene, y al segundo inicia otra canción aún más tormentosa que la anterior. Respira profundamente y suelta el aire por la boca. Entrecierra los ojos con fuerza, como si le ardiera respirar, como si el dolor fuese insoportable. Veo su rostro y pienso

en quienes dicen que los corazones no se rompen y que las almas no pueden ser heridas. Si pudieran ver lo que estoy viendo ahora mismo, entenderían que el dolor no es solo físico, que no se sangra, que algunos síntomas pueden esconderse, y eso mismo hace que la vida también peligre. Continúa tocando como si intentara desesperadamente reemplazar los pensamientos con música. Puede ser que tal vez esté recordando, como yo, o tal vez dejando ir, como yo debí hacerlo.

Se detiene y cae de la silla. No dudo ni un segundo en levantarme e ir hasta ella. La encuentro acostada de lado, abrazando sus piernas.

—Chels... —susurro e intento tocarla, pero me esquiva.

BACKSTAGE (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora