CAPÍTULO 15

67.8K 13K 15.8K
                                    

MÚSICA


Isaac

¡Hola, papi!

Hola, Chloe. ¿Cómo estás? —trato de sonar lo más normal, aunque mi voz quiera reflejar otra cosa. «Es una niña de 5 años» me recuerdo.

Feliz, pero triste.

—¿Y cómo es eso posible? —pregunto. El tono de su voz me transmite algo agridulce.

Me has enviado una casa girigante de muñecas, pero no estás aquí para armarla. Solo tengo cinco años y no sé ni montar bici porque siempre estás ocupado. Entonces ¿cómo piensas que voy a armar una casa girigante?

Es gigante, Chloe —río.

Gi...gante —pronuncia lento.

—Mejor.

Papá... Te fuiste de vacaciones sin mí. Los abuelos me dijeron que estás en un castillo y hay un lago girigante congelado.

Ignoro la palabra y evito reírme. Leane siempre decía que no nos riéramos de sus errores y la corrigiéramos a tiempo, pero es imposible no hacerlo.

—No estoy de vacaciones, amor, es por trabajo.

Entonces quiero trabajar porque también quiero ir a un castillo.

Te llevaré a uno el próximo año. Lo prometo.

Siempre dices eso...

¿Qué cosa?

—Lo prometo. Lo prometo. Lo prometo —intenta imitar mi voz —. Prometiste que estarías siempre conmigo. Prometiste estar aquí para navidad —su voz se quiebra —. Las mentiras son muy malas, papi —solloza —. Mamá no me haría esto... Ella si estaría aquí y jamás me dejaría sola...

La visión se me empaña y debo sentarme para poder soportar el dolor que me producen las palabras que su dulce y rota voz me causa.

—Chloe, escúchame...

¡No! Solo mientes y mientes. Eres un mentiroso girigante y ¡te odio!

El golpe de la palabra perfora mi pecho.

Chloe, no digas eso, por favor. Esto es por...

Creo que no deberían hablar más —William ha tomado el teléfono.

—¿Qué le dijiste? —pregunto y una lágrima que jamás había derramado corre por mi mejilla. La quito rápido. La ira causa que dientes me castañeen.

La verdad. Que su padre no es apto para cuidarla porque tiene cosas más importantes que hacer.

—¿Estás consciente del daño que causarán esas palabras? ¡Déjala fuera de todo esto! ¡Ella es lo más importante para mí! —golpeo la mesa del centro con fuerza.

Debiste pensarlo antes. Aquí el único que le hace daño eres tú.

Estoy por mandarlo a la mierda cuando cuelga. Aprieto el teléfono en la mano mientras dejo que la sangre fluya caliente por mis venas.

—¡Hijo de puta! —azoto con furia el celular contra el sueno. Ahora mismo me vale tres hectáreas de mierda que no sea mío, lo repondré después. Queda hecho añicos y me dejo caer de rodillas.

«¡Te odio!» la voz de mi pequeña hija se repite en mi cabeza y las lágrimas que he acumulado por años empiezan a filtrarse en mis ojos. Fue el detonante de todo.

BACKSTAGE (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora