CAPÍTULO 18

66.6K 13K 19.8K
                                    

SUTURAS


Chelsea

Cuando tenía 8 años mis padres discutieron y no recuerdo como llegaron a eso, pero se agredieron. Siempre voy a tener en mi cabeza la forma en la que mi padre ahorcaba a mi madre y ella gritaba para que la ayudáramos. Edward también era un niño y ninguno de los dos sabía qué hacer. Abrazados y acurrucados en una esquina le pedíamos ayuda al dios que se nos inculcó para que todo parara.

Sucedió varias veces más y cada que pasaba tenía un ataque de pánico que solo mi hermano mayor sabía calmar, y cuando no estaba él, Amanda creía que con quitarme la ropa y meterme a la ducha bajo un chorro de agua fría sería suficiente para 'arreglarme'. No creo que hubiese sabido siquiera lo que era un ataque de pánico, yo tampoco lo sabía hasta hace unos años que fui enviada al psicólogo.

Desgraciadamente, ambos tenían problemas para controlar la violencia, y aunque parecíamos la familia perfecta, no lo éramos. Amanda y Vicent Cox impartieron bastantes castigos físicos contra nosotros, sobretodo con Edward, pues cada vez que alguno de ellos se iba contra mí, él se metía y recibía la peor parte de todo.

Crecí en un ambiente familiar donde la violencia era normalizada y la llegué a usar en distintas ocasiones para defenderme en la secundaria, pero desde que fui un tiempo a terapia, no soporto que la gente levante la voz o discuta a mi alrededor y mucho menos que se vayan a los golpes. Presenciar una escena de ese tipo eleva mi ansiedad al límite. Al menos eso pude enmendar un poco.

—Hola, papá —digo mientras Isaac me ayuda a poner en pie. Mi rodilla sigue sangrando y duele.

—¿Y él es...? —Vicent lo mira de manera despectiva.

—Isaac —el castaño responde y le tiende la mano.

—Es un amigo —tomo la mano de Isaac y la entrelazo con la mía. Vicent fija sus ojos azules en la unión.

—¿Cuántos años tiene usted? —pregunta mi padre mirando con fiereza a Isaac. Él es alto, pero no tanto como lo es Isaac —. ¿Es consciente de que Chelsea solo tiene 19?

—Soy consciente de que es mayor de edad —responde el castaño poniéndose a la defensiva.

Tengo que hacer que se vaya. No quiero que Vicent manche lo agradable que Isaac ha sido conmigo. Suficiente con Amanda y Alicia tengo.

—¿Qué estás haciendo aquí? —interrumpo.

—Vine a visitarte —dice con las manos dentro de los bolsillos de su gabán.

Su cabello negro está aún más repleto de canas que la última vez que lo vi.

—Vamos adentro entonces —señalo el castillo. Miro a Isaac y deshago la unión de nuestras manos para luego intentar caminar sola, pero el dolor en mi rodilla me lo impide —. Mierda.

—¿Qué te pasó? —cuestiona Vicent.

—Me caí.

—Vamos, te llevo adentro —Isaac vuelve a alzarme entre sus brazos y empieza a caminar conmigo a cuestas hasta el interior. Veo a Vicent venir un par de pasos atrás haciendo mala cara.

—Gracias —le susurro —. Y lo siento, él es... difícil.

—No te preocupes —me sonríe —. Dejaremos nuestra caminata para después, para cuando ya puedas caminar, claro está. No olvides preguntar por tu salida.

—Creo que no tengo muchas ganas de salir sola por ahí.

—No irías sola, irías conmigo —sonríe y me eclipsa.

BACKSTAGE (BORRADOR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora