Capítulo 15

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Nate no soportaba seguir escuchando los sonidos que emitía el monitor cardiáco. Llevaba ya toda la tarde y parte de la noche junto a la cama de Maia. Había ignorado las llamadas preocupadas del detective Reese y, aunque David llegó a la guarida con la comida italiana más sabrosa del mundo, Nate permaneció sentado. No tenía apetito.

De todos, Nate fue el más afectado de todos. Al fin y al cabo, él era quien tenía el poder necesario para derrotar a Sin Rostro, o para hacerle frente. Y para no ganarle. Casi fue derrotado, casi fue asesinado a manos de un villano con prisas y desesperación en sus ojos. Pudo haber muerto, al igual que su padre, en manos del enemigo. Además, el hecho de que el Nathaniel Smith de la otra realidad alternativa fuera el novio de Maia, no ayudaba para nada, sino al contrario, lo empeoraba todo. Decir que se sentía culpable era quedarse corto.

Al alba, Nate se levantó del asiento y se quedó de pie frente a la cama. Observó a Maia. No se detuvo a pensar en cómo lucía su cara, si se veía joven, tranquila o hermosa, porque eso ya no importaba. No importaba ahora. Nate solo quería salvarle la vida a la chica a quien ya salvó una vez. Quería ser justo. Tenía que serlo.

Aun sintiéndose responsable de ella, no se atrevió a acariciarle la frente, ni la mejilla, ni a agarrarle la mano por si, en su ausencia, algo salía mal. Solo la miró, avergonzado, prometiéndose a sí mismo que lo haría. Que encontraría a Sin Rostro.

Así, Nate se vistió de justiciero en un abrir y cerrar de ojos. Después se lanzó a las calles de la ciudad mientras hacía una imagen mental del mapa en el que Maia estuvo trabajando. Según ella, los lugares en los que aparecían los cuerpos de los científicos eran una pista. Nate, sin tener ni la menor idea de dónde podía estar la guarida de Sin Rostro, confió plenamente en ella, pues todos los lugares tenían algo en común: no eran concurridos.

Primero los visitó. Más tarde, desesperado y como último recurso, decidió irrumpir en los edificios cercanos. Sorprendió a jóvenes, asustó a ancianos, enfureció a empleados sin pensar en lo que estaba haciendo. Era un recién graduado en Periodismo disfrazado de superhéroe que asaltaba casas ajenas sin un motivo fehaciente. Solo que gracias a sus habilidades mejoradas por la nanotecnología del traje ese asaltante pudo ser cualquiera. Dos horas después, la ciudad seguía viva bajo la banda sonora de teléfonos de oficinas policiales.

—Smith, ¿dónde narices estás? —la pregunta de Jacob sonó por los auriculares internos del traje.

—¿Cuántas horas llevas despierto? —Diana, con voz nasal, estaba tan preocupada como asustada por el hijo de su amigo de la infancia— No sabemos dónde está Sin Rostro, tienes que volver.

Nate no contestó.

—El detective Reese acaba de llamar. Un nuevo cuerpo —esta vez fue David—. A una manzana del Departamento de Policía.

El Departamento de Policía estaba en el centro de la ciudad, rodeado por un amplio parque que para muchos era el lugar ideal para pasear a sus mascotas, para reunirse con viejos amigos y para entrar en contacto con la naturaleza. Este parque, a su vez, estaba rodeado por aquellas carreteras que la mayoría de los trabajadores debían tomar para llegar a su lugar de trabajo. En otras palabras, era un lugar concurrido. Y Sin Rostro nunca abandonaba sus regalos no vivientes en tales lugares. Se debió de haber equivocado. Era la oportunidad perfecta para Nate.

No contestó a las indicaciones de David, tampoco a las preguntas preocupadas de Diana o a los consejos que sonaban como órdenes de Jacob. Sino que corrió tan deprisa como pudo, pensando en lo que le haría a su enemigo. Sin embargo, no encontró más que a un gran equipo de la policía local. Matt Reese estaba entre ellos, con los brazos en jarras y con la mirada clavada en un cuerpo. Esta vez se trataba de una mujer de mediana edad. A la altura de su frente, se abría una gran brecha, como si se hubiera golpeado contra un cristal. El justiciero se acercó a la víctima, dejando boquiabiertos al equipo de policía. Apretó los puños.

El otro ladoWhere stories live. Discover now