14. La decisión más difícil

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Él se acercó un poco inclinando la cabeza a un lado para mirarme mejor.

—Te ves perturbada —dijo.

«Si supieras».

No sé por qué, pero sentí la necesidad de confesar todo lo que me estaba ocurriendo, como si él tuviera todas las respuestas.

—Lo estoy —suspiré y sentí mis ojos acuosos—, nunca he creído en la brujería, pero me está siguiendo algo, es decir me dieron unos zarcillos una señora que parece bruja y me dijo que era para protección, pero...

Él alzó ambas cejas.

—Cualquier trato con las tinieblas es malo —explicó—, trae maldición a tu vida.

—No —dije algo asustada—, no sabía que era un trato con las tinieblas, pero siento que desde ese momento todo ha ido de mal en peor.

—Vale —dijo el padre—, calmate, respira, dejame rezar por ti.

Dejé que colocara una mano en mi cabeza y rezó por mí, nunca creí en nada de esto, pero igual cerré los ojos, luego abrí un ojo a ver a las personas que pasaban viendo el accidente y luego el padre rezando por mí.

Sí, esto debía de verse muy extraño.

—¿Me va a echar agua bendita? —interrumpí en medio de su oración, era lo que siempre veía en las películas.

—No interrumpas —me regañó.

Oh.

—Lo siento —dije sintiendo mis mejillas colorarse.

Terminó de rezar y luego hizo una seña de la cruz con sus manos en el aire, eso extrañamente me hizo sentir mejor.

—Si esto sigue — continuó el padre—, anda a la catedral ahí podrás encontrarme.

—Gracias padre —dije sinceramente— y, otra cosa...

—Dime —dijo.

Dudé un poco, pero me inspiraba confianza, así que dije:

—Estoy recién casada y mi esposo no para de ayudar a su ex, pero es que su ex sigue enamorando de él y ha traído muchas peleas a nuestro matrimonio, no quiero estar con él si sigue estando con ella.

Él alzó ambas cejas y negó con la cabeza.

—Tal vez las intenciones de tu esposo sean buenas —dijo—, pero debe entender que ya es un hombre de familia y que la prioridad eres tú, deberías ir a terapia de pareja.

—Gracias padre. —dije, él se iba a ir pero dije: — Oiga...

—Dime —dijo deteniéndose otra vez.

—¿Debería disculparme por mi comportamiento con él; con mi esposo? —dije— Es decir, sé que he dicho cosas feas, él también, pero yo soy la que tiene la razón...

—Es lo mejor —dijo—, disculpate para que te liberes de la culpa.

En realidad, eso sonaba bien, si me disculpaba, Ramson se sentiría mal y así me daría la razón a mí, era brillante y poco malvado.

—Gracias —dije, saqué un billete de mi bolsillo— sé que su auto no se hizo daño, el mío sí, pero por atenderme...

—No hija mía —dijo alzando las palmas de sus manos como si quisiera demostrar que no había compromisos—, no es necesario.

—Insisto —dije poniéndole el billete en la mano—, gracias.

Él sonrió levemente y afirmó con la cabeza. Me monté en mi auto y me fui de ahí manejando por un rato hasta que paré en el mirador de la ciudad en el punto más alto, donde se apreciaba la media mañana llena de movimiento, tomé los zarcillos y los lancé al acantilado, solo esperaba que no volvieran a molestame nunca más.

¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]Where stories live. Discover now