𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑¹ ― W. Maximoff

L

        Leila se aferró al cuerpo de Bruce mientras caía, sintió heridas abrirse y cerrarse al instante sobre su cuerpo. Sus manos resbalaron por la gran espalda del hombre verde, cayendo boca arriba sobre el suelo frio y mojado de lo que quedaba del cuartel.

⎯ ¡No respiro, no respiro! ⎯ exclamaba Rocket con pánico, contagiando a Leila.

⎯ Leila, Rocket, Rhodey, salgan de aquí. ⎯ Ordenó Bruce mientras recargaba una gran roca en su espalda

Leila se levantó con dificultad y caminó con pasos cuidadosos hasta donde Rhodes intentaba sacar a Rocket de los bloques que lo aplastaban con un tubo de metal, ayudándolo con eso. A los pocos segundos el mapache -ya libre-, Rhodes y ella estaban tumbados en el suelo recuperando el aliento. De repente el agua subió a cantidades gigantes, haciendo que en pocos minutos todo su cuerpo estuviese cubierto de agua.

⎯ ¿Alguien me oye? El nivel superior se esta inundando. ⎯ exclamó Rhodey por el intercomunicador con voz impaciente.

Leila subió su cabeza con su cuello ya rodeado de agua buscando aire desesperadamente, sus pies comenzaron a moverse para patalear chocándose con las pequeñas patas de Rocket. Estaba desesperada buscando aliento al igual que sus compañeros, sintiendo como sus minutos estaban contados.

⎯ Nos llegó la hora de morir. ⎯ dijo Rodhey convencido. Leila tembló ante ese hecho ahogando gritos de miedo. No estaba lista, aún no. No se iría sin ver una vez más a Wanda, no se iría teniendo la victoria en la palma de la mano.

⎯ ¡Esperen, ya casi llego! ⎯ Habló Scott por el intercomunicador, dándole la esperanza necesaria. ⎯ Agárrense. ⎯ Dijo minutos después.

Lo siguiente que sintió fue como sus pies tocaron una superficie desigual y el agua escurría de su traje al su cuerpo alejarse del suelo. Al estar un poco más consiente de su alrededor descubrió que estaba sobre una mano gigante que los tomaba con suavidad. Scott rompió con su cuerpo los escombros que los mantenían encerrados abriendo la palma de su mano para que ellos pudieran bajar. El exterior era impresionante. Frente a ella se extendía el largo y gran ejercito de Thanos con naves chitauri volando por los cielos y terribles monstruos con los que en el pasado habían peleado y vencido. Giró su cabeza para ver ahora su equipo, se sorprendió al ver caras que por años se habían desvanecido de su memoria volviendo a verse, los guerreros Wakandianos se alistaban en largas filas, hechiceros del Kamar Taj e incluso guerreros Asgardianos saliendo por medio de portales. Su corazón chocaba contra su pecho con intensidad, había funcionado, estaban de vuelta, todos.

Sus orbes grises recorrieron el montón de cabezas que se extendían a sus costados buscando a dos personas en especifico, los poderes, armas y aspecto de las distintas personas bajo ella distrajeron un poco su atención haciendo que sus ojos brillasen maravillada, pero aún continuaba con su objetivo, buscando aquellas estelas escarlata o esos ojos marrones que parecían saber todo lo que pensabas y entonces a un lado de un mujer que montaba un Pegaso Wanda se alzó con sus poderes con Jay tras ella. Sintió sus labios extendiéndose en una sonrisa que fue de extremo a extremo y como su corazón volvía a latir como no lo hacía desde hace un buen tiempo. Steve dio la señal para empezar a luchar, y esperando a encontrarlos más a adelante se elevó sobre el piso con ayuda de sus poderes. Sus manos temblaban y no pudo evitar que pequeñas lagrimas se acumularan en sus ojos ante la emoción del momento, y lo irreal que se sentía el que volverían a estar a su lado. Pensó en todo lo que les tenía que contar, lo perdido, pensó en como recuperarían el tiempo perdido y las nuevas oportunidades de un nuevo comienzo. Pensó en volver a besar a Wanda, abrazarla sentir que estaba viva y a su lado y su pecho se avivo con todas aquellas emociones que extrañaba sirviéndole como motor.