- ¡Así, Anson!... ¡Muévete!

Es una experiencia digna de recordar, tan ardiente que me motivaba a hacerlo más rápido, hasta que mis uñas ya no tuvieron la fuerza de sostenernos y caímos sobre la cama. Charles, no se inmutó ni por un segundo, continuó entrando en mí con fiereza, llenándome por completo, haciéndome desear rasguñarle la espalda de nuevo.

- ¡Más... Más duro, Charles!

Me aferré a su cuerpo tratando de cumplir mi promesa y evitar lastimarlo, es sensacional que al principio me negaba a pertenecerle y ahora me entrego con facilidad a su contacto. Soy capaz de derretirme solo con una caricia de esas manos grandes que me hacen delirar; es mío, Charles es completamente mío.

Estaba muy cerca de mi orgasmo, cuando mi auto control abandonó mi cuerpo y rasguñé su hombro con una sola de mis uñas, para poder probar la sangre que me sabe a la más dulce que he probado en mi vida. Un gruñido ronco salió de su boca, mientras seguía castigándome sin un ápice de piedad.


Narra Charles:


El calor que emana del cuerpo de Anson, me envuelve por completo, llenando la habitación de un aroma tan dulce, que es malditamente agradable a mi nariz y me enloquece. Ese olor, me obliga a ser así de rudo con él; lo único que me desconcierta, es lo mucho que parece gustarle, quiero hacerle todo lo que me pida.

- ¡Aahh... Mmmm... Aahh!

- ¡Anson!

Tuve que cubrir la boca de Anson con mi mano, porque estaba gimiendo sin modular su tono de voz y estábamos a punto de ser descubiertos por todos los lobos y vampiros en la casa. Mordí su hombro, cuello y mejilla izquierda; con mi otra mano, lo masturbé a la velocidad de mis estocadas hasta que soltó su semen en mi mano.

- ¡Qué rico Anson!

Continué penetrando con fuerza, Anson llevó sus manos hasta mis nalgas y las apretó con fuerza, evitando que pudiera salir de su interior; provocando un orgasmo devastador. Eyaculé por completo en él, haciendo unos últimos movimientos, disfrutando que aún se contraía suavemente, lo besé con impaciencia y después salí lentamente.

Anson trataba de recuperar el aliento, ni siquiera sabía que los vampiros pudieran quedarse sin aire, yo creí que no respiraban y me gustó saber que soy el responsable de que él no pueda respirar. Me acosté sobre su cuerpo, metí mi mano debajo de su espalda y otra vez lo beso, porque esos labios me fascinan.

- Arañaste el techo, no puedo creerlo. - Dije aún jadeando.

- Me encanta que seas un salvaje; pero aún tengo muchas ganas.

- Anson... - Quería decirle que mis caderas empiezan a arder.

- Una vez, o dos... O las que sean necesarias para que este calor se vaya.

- Puedo sentirlo y es excitante.

- Lo sé, Charles. Es tan caliente que nos hace gozarlo más... - Susurra contra mis labios. Me incliné a su oído para decirle.

- Anson, tú sí sabes lo que debes hacer para ponérmela dura. - Su mano fue directo a mi pene.

- Por supuesto que lo sé... Y a ti te encanta.

Nuestros cuerpos aún sudaban, nuestras pieles se rozaban y no pude resistirme; con su voz sensual, mi pene ya estaba más que despierto, además de estar feliz por la provocación. Por lo tanto, hicimos el amor una y otra vez, de la forma más dura en que pude hacerlo, hasta que ambos tuvimos al menos unos cinco orgasmos.

Estaba tan cansado, que me acosté a su lado izquierdo con mi pecho sobre la cama, siento su cabeza sobre mi espalda y sé que se está acomodando para dormir unas horas a mi lado. Finalmente, me rendí ante mi cansancio, mi ojos se cerraron y pude sentir a Anson, quien también se rindió, durmiéndose sobre mi espalda.


************


No sé cuánto tiempo había pasado, solo sé que Anson no estaba y mi cuerpo dolía como si hubiese sido atropellado por una manada de lobos; pero aún así, no soy capaz de decirle que no a Anson. Amo que él sepa, que no debe buscar amor en otros brazos, que sea consciente de que en mí va a encontrar todo lo que él desea.

- ¡Despertaste! - Entra Anson en la habitación, con una bandeja de comida.

- ¿Adónde fuiste? ¡No me gustó despertar y ver que no estabas!

- Es que, no puedo cocinar comida humana; Gun me estaba enseñando.

- ¿Fue cocinado por ti o por Gun? - Pregunté cuando puso la bandeja sobre mis piernas.

- Fui yo, pero no sé si está bien.

Agarré los cubiertos, tomé un poco de la comida y Anson se arrepintió de que yo lo probara, pero lo convencí de que quería hacerlo; así que me llevé la comida a la boca y pues... La verdad no estaba mal, solo tuve que echarle un poco de sal y pimienta para que tuviera más sabor; entonces fue realmente muy sabrosa.

- ¿Puedo probar? - Preguntó Anson, muy ansioso.

- Creí que los vampiros no comían comida humana.

- No lo hacemos; pero me dieron ganas, ¿puedo?

- Está bien, ven aquí...

Se subió a la cama, se sentó entre mis piernas, agarró de la comida para él y cuando se recordaba de mí, se giraba para darme y que yo también siguiera comiendo, mi vampiro es hermoso. Entre besos, caricias y cariño, terminamos la comida que preparó para mí; y después de quitar la bandeja, Anson me dio un pequeño masaje por todo el cuerpo.

- ¿Estás seguro de que los vampiros no comen comida humana?

- ¡Te digo que no! Solo bebo un litro de sangre cada cinco meses; pero es que en verdad estaba muy delicioso.

- Anson... ¿La comida la preparaste creyendo que me gustaría o simplemente querías probarla?

- ¿Cuál es la diferencia?

La comida estaba deliciosa, Anson tiene manos mágicas para la cocina; pero lo que definitivamente no esperaba, es que él se comiera más de la mitad de lo que había preparado...

Sangre Peligrosa "MewGulf y CharlesAnson"Where stories live. Discover now