Te seguiré hasta el fin del mundo

Capítulo 19

A la mañana siguiente Wei Wuxian fue despertando por unos movimientos en la habitación.

Abrió lentamente los ojos y pudo ver a su esposo arreglándose, miró hacia la ventana y vio que era bastante temprano, apenas se podía ver un poco de claridad afuera.

—¿Ya se van? —preguntó.

—Mnn, los chicos ya se están preparando —respondió Lan WangJi.

Lan WangJi terminó de arreglarse y fue a sentarse en la cama junto a su esposo, lo abrazó y se dieron un beso.

—Regresen a tiempo para el desayuno.

—Mnn, duerme un poco más —dijo Lan WangJi, puso a su esposo nuevamente bajo las sábanas y besó su frente.

—Cuídense, te amo —dijo Wei Wuxian, antes de acomodarse mejor entre las sábanas y seguir durmiendo.

Lan WangJi salió de la habitación y bajó a la sala, ahí estaban sus hijos esperándolos. Ese día les enseñaría una técnica nueva.

Ya era costumbre que cada vez que había algo nuevo que aprender, levantaba a sus hijos temprano y los llevaba a lo profundo del bosque a entrenar, a veces Wei Wuxian los acompañaba, pero no era muy madrugador así que la mayoría de veces se quedaba durmiendo.

Los cuatro salieron de la casa y se dirigieron a las profundidades del bosque, para empezar su entrenamiento matutino.

...

A las 8 de la mañana Wei WuXian estaba ya saliendo de la habitación, adecuadamente vestido y peinado, listo para hacer el desayuno. Al bajar las escaleras vio a sus visitantes sentados en la sala.

—Buenos días, ¿como durmieron? —dijo Wei WuXian, dirigiéndose hacia sus invitados.

—Buenos días, dormimos bien gracias,  —respondió Lan XiChen.

—Yo también dormí bien, gracias —respondió igualmente Lan Qiren.

—Me alegro.

—¿Y ustedes como durmieron? —pregunto Lan XiChen.

—Dormimos bien, bueno, iré a prepara un poco de té —dijo Wei WuXian.

Wei WuXian se dirigió a la cocina y preparó un té, cuando estuvo listo se lo llevó a los visitantes.

—¿Y WangJi y los chicos? ¿siguen durmiendo?—preguntó XiChen.

—No, están en el bosque  entrenando desde temprano. —respondió Wei WuXian—. Volverán para el desayuno.

En ese momento unas bolitas de pelo bajaron por las escaleras y comenzaron a pasearse por la sala, a Lan QiRen casi le da un infarto cuando uno de los conejitos se paro en sus pies.

—Nieve es muy curioso, no se asuste no le hará nada —le dijo Wei WuXian a QiRen, mientras levantaba al conejito de su hija.

—¿De quien son estos conejos? —Preguntó Jiang Cheng mientras acariciaba al conejito negro.

—Es uno de cada uno, ese que tienes en la mano es el mío.

—¿Cómo se llaman? —Preguntó esta vez Lan XiChen.

—Yin, Yan, pelusa, Xiao y nieve. —respondió Wei WuXian, y señalaba a los conejitos mientras los mencionaba—. Bueno me los llevaré a darle su comida e iré a hacer el desayuno, si gustan pueden dar un paseo por los alrededores, el paisaje es muy lindo por las mañanas.

 Wei WuXian fue a darle de comer a los conejitos y luego fue a la cocina a preparar el desayuno, mientras los visitantes fueron a dar un paseo por el bosque cuando terminaron de su té.