Capítulo 14

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Tercera Persona.

Dos realidades adversas a punto de colisionar, la tranquilidad que se solidificaba en esa casa y la tempestad que estaba a segundos, tal vez minutos de desatarse.

Alek comenzaba a despertarse, el sol a presentarse y el tormento a prepararse para dar el mejor de sus espectáculos.

Airón y Adam seguían con su guardia, preparándose para un caos que sabían llegaría, pero que aún no entendían la magnitud de los daños que ocasionaría.

Noemí se paseaba nerviosa por la cocina, pensaba en su hijo, en Axel, en ella, tenía un enredo de pensamientos en la cabeza que no la dejaban razonar, pensaba en aquel amor, ese que la enloqueció, consumió y destruyó, se recriminaba, se odiaba por pensarlo como lo hacía, miraba al padre de su hijo y se repetía que no había un mejor lugar donde podría estar, que no había mejor hombre que él, pero aunque su mente le decía que debía vivir, disfrutar el presente anhelando el futuro con aquel hombre puro, de buen corazón. Su cuerpo, razón y sentir deseaban retroceder al pasado, se mantiene en un constante recordar de lo malo, se esfuerza en cerrar los ojos y recordar el daño, las peleas, los llantos, gritos, insultos, las veces que la destruyó con sus palabras para de la misma forma volver a reconstruirla, ¿Cómo odiar a quien te enseño amar?, Noemí está consciente de que Erlick nunca la amo, eso la destruye día a día, pero su corazón está conforme, recuerda esos años a su lado y aunque su boca y mente quieran hacerle creer que se arrepiente, no es así, porque un amor tan caótico y arrasador no lo conseguirá con otro hombre, ni en otra vida.

La casa estaba dividida, por un lado Airón y Adam se encontraban en la sala principal mirando por el ventanal el comienzo del bosque que los rodeaba, Akim se acercaba a ellos con una sonrisa llena de burla y unas tazas de café, la curiosidad no lo dejo dormir, y el anhelo de un buen chisme no lo dejará en paz, hasta que lo noqueen o le cuenten lo que hacían anoche cuando los interrumpió, "Sin querer"

Axel se encontraba en el piso superior, miraba por el ventanal viendo de reojo el pequeño y adormecido cuerpo de su hijo.

Por otro lado la segunda más pequeña de la casa, se escapaba de su cama, donde Airón la había arropado y vigilado hace unos minutos, tenía una idea metida en su pequeña cabecita, una vocecita que le repetía, "Mamá no huiría" salió de la habitación sintiendo una pequeña punzada de dolor en su cadera derecha, dolor que la hacía flaquear, pero como su madre no se detuvo, ni en su temblar, ni en sus caídas, se puso nuevamente de pie mirando con sigilo a su alrededor, quería verlo, ella quería ver el rostro de su padre para gritarle en la cara a su tío Airón y confirmarle que su papá no era feo.

Ainhoa sintió las pisadas en el segundo piso, giro el rostro pero no pudo ver nada con claridad, bajaba las escaleras tranquilamente, ignoro el ruido, "Debe ser Axel", si tan solo hubiese retrocedido subiendo un par de escalones hubiese detenido la bomba que estallaría frente a sus pies.

Detrás de la mira. #2Where stories live. Discover now