PRESENTACIONES

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Seguir el ritmo del grupo de Xila era una pesadilla. Para empezar, el rubio de cabello largo podía volar con ayuda de su Jiwa, los otros tenían bestias lo suficientemente grandes como para montar en ellos y avanzar sin problemas. Los de Crom mantenían el ritmo sólo por su incesante necesidad de competir. Eran fuertes y resistentes, pero ¿Por qué nadie se preocupaba por los de Dena? Joshua no podía montar a Sunny y Seokmin era quien cargaba a Kida. Hoshi apenas y llevaba a SoonYoung y Aki definitivamente no podía cargar a otro que no fuera Mingyu, ya era lo suficientemente grande para él.

Se detuvieron de golpe cuando Cheonsa aterrizó haciendo polvo con sus enormes alas. Jeonghan bajó de él y todos se detuvieron. Nadie decía una palabra objetando el extraño sentimiento de liderazgo que irradiaba el rubio. Todos estaban consientes, muy a su pesar, de que las personas de Xila eran líderes naturales. Aún entre los suyos unos podían destacarse por encima de otros.

Seokmin se dejó caer en la hojarasca con Kida aún en su espalda. Los demás fueron acercándose poco a poco. Los de Xila se reunieron, murmuraban algunas cosas que los demás no entendían. Pero tampoco se atrevían a preguntar. De alguna forma u otra entendían que sólo ellos eran lo suficientemente inteligentes para guiarlos al castillo. Esa era su misión principal.

- Jeonghan - habló Jihoon.

- ¿Woozi regresó?

Jihoon asintió.

- Así es. Si seguimos a este paso, llegaremos mañana por la tarde.

- Es un buen tiempo - dijo Jun mirando unos rollos de piel - Avanzamos bastante las primeras horas. La distancia indicada en los pergaminos decía que llegaríamos en un par de días.

- ¿Está todo en orden? - preguntó SoonYoung - ¿Podemos ayudar en algo?

- Retrocediendo.

La voz de Jihoon no sonó agresiva, mucho menos ofensiva, pero sus ojos, ¿Siempre habían tenido ese color dorado? Parecían brillar por sí solos, pero no era así, la luz del sol que le daba directamente los hacía brillar. Le recordaban a los cientos de luciérnagas que salían por las noches luego de una tormenta, iluminando el cielo y los campos verdes. Sus ojos parecían moverse por dentro. Y fuera de parecer hermosos, eran jodidamente aterradores.

De un segundo a otro volvieron a ser marrones. El chico parpadeó un par de veces y regresó junto a Jeonghan.

¿Qué rayos pasaba con esa gente?

- Tenemos dos opciones - habló Minghao mientras The8 subía por su espalda y se asomaba sobre su hombro - Irnos ahora y dormir toda la noche, o descansar ahora y viajar a oscuras.

- ¿Por qué no permanecemos desde ahora y salimos mañana? - preguntó Vernon - Llevamos horas andando.

Wonwoo lo miró con ojos juzgantes.

- El primer obstáculo por cruzar es el bosque de lianas.

- ¿Y? - preguntó Seungkwan - No se escucha difícil.

Jeonghan decidió intervenir. Al parecer nadie ahí estaba consciente del verdadero peligro al que se enfrentaban. No era una exageración cuando antiguas guardias hablaban de los horrores que se vivían durante el camino al castillo, hasta el momento, ninguna guardia había llegado con todos sus miembros iniciales.

- ¿Alguna vez oíste hablar del bosque de lianas?

Seungkwan negó con la cabeza.

- Entonces cierra la boca.

- ¿Podrías dejar de ser tan fastidioso? - Seungcheol salió en favor del indefenso Seungkwan. Se supone que eran los de Crom quienes lograban intimidar a todos, pero el rubio se estaba volviendo un verdadero dolor de cabeza.

RUN TO YOU [Jeongcheol]Where stories live. Discover now