Capítulo 21

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Recuerdos

" –Señora Coutihno, ¿Aún no regresan mis padres? –pregunté a mi niñera, una de las criadas de confianza de mi madre y quien cuidaba de mí cuando rara vez mis padres salían de viaje.

—Lamento decirle por décima vez que no. –dijo en tono gracioso mientras ponía frente a mí, sobre la mesa, un recipiente con avena y otro más pequeño con frutas. – Pero deben estar cerca. –agregó. – Ahora cómase toda su cena. –Asentí animadamente mientras juntaba las palmas de mis manos y elevaba una corta oración, como solía hacer antes de cada comida con mi familia.

—Querido Señor, bendice estos alimentos y que me hagan bien, también trae a mis padres pronto, en el nombre de Jesús, amén. – Terminé mi plegaria y abrí los ojos, encontrándome con la mirada llena de ternura de la señora Coutihno. Procedí a cenar con la compañía de las demás criadas.

Aquella era una noche lluviosa, los truenos y relámpagos sonaban frecuentemente, provocando que me asustara un poco. Estaba sentada en uno de los grandes sofás en el salón, mirando hacia afuera a través del gran ventanal, esperando ver el carruaje de mis padres acercarse. La señora Coutihno estaba sentada en un mueble más pequeño, leyendo en silencio un libro con la luz de los candelabros.

Las horas iban pasando, y como era muy tarde, me quedé dormida sobre el sofá, aunque siento que nunca desperté y quedé atrapada en una pesadilla. El escándalo, el ruido del exterior y las voces que escuchaba a mi alrededor provocaron que abriera de a poco los ojos. Con la visión borrosa, pude divisar a uno de los jinetes de la familia llorando frente a la señora Coutihno, quien tenía una expresión de tristeza en su rostro. "No pudimos evitarlo, señora, están muertos."

Al día siguiente encontraron los restos de mis padres al final de un precipicio. Aquella noche, mientras mis padres regresaban, la lluvia les dificultó la movilización. La cantidad de agua provocó que la tierra empezara a deslizarse por las montañas y que el camino fuera resbaladizo. Solo uno de los dos carruajes que escoltaban a mis padres logró salvarse, mientras que las otras dos carrosas cayeron en el vacío cuando un desprendimiento de tierra vino sobre ellos y los empujó.

Lloré todo el día mirando la foto de mis padres, a los cuales jamás volvería a abrazar. Era una niña, sola, indefensa y muy triste. Mi mundo se había derrumbado en aquella noche lluviosa. La señora Coutihno me alistó el día próximo a ese para el velatorio, sus ojos estaban llenos de lágrimas y no podía contenerlas al verme, ella les tenía cariño a mis padres, pero sentía aún más pena por mí. Los recuerdos de aquellos días se reproducen en blanco y negro en mi cabeza, sin sonido y sin vida.

Entonces tuve que mudarme de la mansión de mis padres a la mansión de la familia Leblanc. Uno de sus carruajes pasó por mí y luego me ayudaron a bajar mi equipaje cuando llegamos. El señor Derrick Leblanc y su hijo Derek me recibieron en la entrada. Aquel muchacho me brindó una pequeña sonrisa, pero era la más sincera y empática sonrisa que había recibido en días y, por un momento no me sentí tan mal, al menos por ese corto momento la pesadilla se detuvo."

Entramos en mi habitación, cabizbaja, procedí a quitarme la ropa mojada, sin importar que Derek estuviera allí. Me sentía tan triste, tan débil, tan avergonzada que dudaba que algo pudiera hacerme sentir peor. Miré por encima de mi hombro, pero él me había dado la espalda, brindándome privacidad. Sonreí levemente, procediendo a ponerme mi vestido de dormir.

—Liana, ¿Se encuentra mejor? –preguntó Derek sin voltearse aún, pero no contesté, no estaba bien. Miró con cautela hacia atrás, y al notar que estaba vestida entonces se dio la vuelta. – Si no necesita nada más, voy a retirarme. –dijo, por último. Debía estar agotado y sintiendo mucho frío pues aún estaba empapado.

—¿Podría... podría quedarse conmigo esta noche? –pregunté con timidez, aún estaba lloviendo y me sentía asustada, los recuerdos de aquella noche no dejaban de atormentarme. Él asintió levemente.

—De acuerdo, volveré en seguida. –me aseguró antes de darse la vuelta y de salir de la recámara. Me abracé a mí misma con el sobretodo que llevaba puesto mientras caminaba hacia la ventana. Procedí a cerrar las cortinas para bloquear la vista hacia el exterior, aún no parada de llover. Aunque Derek no entendía lo que me sucedía, logró ayudarme mucho, me calmó el que estuviera conmigo, que me convenciera de que estaba segura y que él también lo estaba.

Al escuchar tantos truenos y relámpagos sentí como si estuviéramos a punto de caer, sentía que me estaba asfixiando y que moriríamos esa noche. Fue una locura, mi mente estaba bloqueada y los traumas de mi pasado me dominaron y bloquearon mi mente, fue aterrador.

Caminé hacia la cama y me metí bajo las sábanas, mirando hacia el techo sin poder pegar un ojo. Escuché cómo tocaron la puerta un par de veces y luego esta se abrió, dejando ver el alto cuerpo de Derek entrar en la habitación. Me senté mientras él se acercaba a la litera y luego se subía en ella, metiéndose en silencio debajo de las sábanas. Volví a recostarme, pero ahora de costado, mirándole.

—Venga aquí. –susurró, mientras estiraba su brazo y me acercaba a su cuerpo por la cintura, me rodeó con sus brazos y posó su barbilla en la coronilla de mi cabeza. Dejé escapar un leve suspiro mientras le abrazaba de vuelta, sintiéndome más calmada, más segura. Derek empezó a propinar caricias por toda mi espalda, logrando que me relajara.

—Derek, gracias. –susurré, acurrucándome en su pecho.

—Puede descansar, Liana, no me iré a ningún lado. –contestó, haciéndome sentir cuidada y en paz. Poco a poco fui quedándome dormida y, por primera vez en mucho tiempo, entre aquellos cálidos brazos, sentí que finalmente había encontrado un hogar.

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¡hola, mis amores! 💓✨ ya saben que los capítulos de recuerdos son más cortos, esta es una continuación del cap anterior.
¿Qué les pareció? 🥰

Quiero agradecer a mis 6 lectoras fieles HHAHAHA, ustedes saben quiénes son, pero no recuerdo sus users para escribirlos todos. 💓

—Leslie🤍✨

TAN SOLO TRES MESES | COMPLETAWhere stories live. Discover now