Capítulo 14

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(dedico este capítulo a pcalderonn 💓✨😋, mi co-writer y hermana)

Narra Derek:

"...pero, todavía le quiero." Bufé frunciendo el ceño, el dolor de cabeza me estaba matando y aquellas palabras resonaron tanto en mi mente que acabaron despertándome. No estaba seguro de si había sido un sueño o mi imaginación, pero aquella oración se escuchaba con claridad en mi mente, tan real. Abrí los ojos con esfuerzos, apareciendo una cabellera roja y rebelde ante ellos, era Liana. Estaba profundamente dormida, algunos mechones de su cabello cubrían su rostro, seguro estaba cansada. ¿Qué diablos me pasó anoche? De estar sobrio estoy seguro de que no hubiera venido a aquí, no entiendo por qué razón mi yo inconsciente decidió venir a disturbarla. Aun así, recuerdo todo perfectamente. Negué con mi cabeza, cubriéndome el rostro con una mano al recordar el momento de la pesadilla, ya que en el otro brazo estaba recostada la cabeza de la pelirroja. Qué molestia, qué... humillante.

Con cuidado de no despertar a Liana, quité mi brazo y luego me levanté con cautela de la cama, recogiendo mis zapatos y dirigiéndome a la puerta para retirarme, pero me detuve. Miré hacia atrás, no podía dejarla así después de todo lo que había hecho por mi aquella noche. Caminé hacia su escritorio y encontré papel y pluma allí, así que procedí a escribirle una nota, la cual dejé en su mesita de noche para que pudiera verla al despertar, aún era muy temprano. Salí de la habitación y cerré lentamente la puerta detrás de mí. Caminé por el pasillo hacia mi recamara y escuché una puerta abrirse, junto a mi lado, así que paré en seco.

—¿A dónde vas a estas horas, muchacho? –la voz de mi padre hizo que me volteara hacia él con lentitud. Debió percatarse del sueño en mi rostro, la vestimenta de ayer que aun traía puesta, los zapatos en la mano y el cabello desalborotado pues volvió a hablar. – Más bien, ¿De dónde vienes?

—Hablemos luego de eso. –contesté con voz ronca ya que era la primera vez que hablaba desde que desperté. Él alzó una ceja y miró a la dirección desde donde venía, luego volvió a mirarme. – Padre, no es lo que crees...

—No te juzgo, haz lo que sea necesario. –dijo en tono burlón, deduciendo que venía de la habitación de Liana, mientras cerraba la puerta tras él y caminaba hacia las escaleras, cruzándome por el lado.

—Es un malentendido, papá. –dije volteándome a verle.

—¡No me interesa! – medio gritó mientras bajaba los escalones. Rodeé los ojos y me dirigí a mi habitación para luego entrar en ella. No había pasado nada de ese índole anoche, aunque juro que hubiera sido menos vergonzoso que lo realmente pasó, ni siquiera mi padre sabía lo de las pesadillas, al menos no que aun sufría de ellas ocasionalmente.

...

Los días iban pasando con rapidez, el dinero cada vez era menos y el tiempo se me estaba acabando. A pesar de que las cosas iban bien con Liana, no había logrado que su atención fuera solo mía, aun no me deshacía del señor Birdwhistle. Deseaba con toda mi alma que esto por fin acabara, de alguna manera sentía que el plan estaba yendo bien, pero no como esperaba. Mi mente estaba puesta en el objetivo, pero el corazón no tenía por qué jugar parte de este teatro. Liana era... ugh, ella me recordaba tantas cosas que por tantos años suprimí, me hacía pensar en mi infancia, en mi madre y, de alguna manera, traía a alguien que hace años había dejado de ser: una persona llena de ilusión, de miedo, de apego... Repugnante.

—Necesitas apresurarte, Derek, no tenemos todo el tiempo del mundo. –dijo mi padre, mientras preparaba su arma, estábamos en el bosque, habíamos salido a cazar.

—¿Cuándo es su cumpleaños? –pregunté, haciendo lo mismo con mi arma.

—En un mes y medio, creo... --murmuró, apuntando su escopeta al frente, buscando a algún animal.

TAN SOLO TRES MESES | COMPLETAWhere stories live. Discover now