Amor prohibido (1) ✔️

Capítulo 8 "Todo aclarado"

Justo arrancó el coche.

—Verás, como te lo digo.

—Como te salga, sin darle vueltas.

—Anoche le envié un mensaje a Darío diciéndole que lo quería.

—Y a mí me has usado ¿no?

—No Jordi, a ti te quiero, pero estoy enamorada de Darío.

—¿Me quieres?

—Eso he dicho, ¿no?. Y eso te dije anoche.

—Estabas borracha.

—Pero ahora no.

—Bájate.

—¿Me vas a dejar aquí sin conocer Barcelona?

—¿Por quién me tomas? En esa esquina está la farmacia y no puedo meter el coche.

—¿Me esperas aquí? ¿O te vas a ir?

—Toma — me dio las llaves tras apagar el motor — sin llaves no me puedo ir, quédate tranquila.

—¿Seguro? — dije dudando en aceptar las llaves —

—¿No tenías mucha resaca? Ve a por las pastillas anda.

Sin dudarlo finalmente acepte las llaves y me fui a la farmacia, volví al coche con mala cara.

—¿Qué te pasa ahora? — me dijo mientras le daba las llaves y arrancaba el coche —

—Que no tengo agua para tomármela.

Se giró y busco algo.

—Toma — dijo dándome una botella de agua — es de ayer.

—Gracias. — y me tomé la pastilla —

—De nada, vamos a mi casa a que me duche.

Cuando llegamos aparcó nos bajamos del coche y subió a ducharse.

—Espérame aquí, no tardo.

—Tarda lo que necesites, te espero en el salón. — dije mientras el entraba en el baño y yo me iba al sofá —

Al rato salió de la ducha y con solo la toalla vino al salón.

—Pero Jordi, vístete por dios.

—El corazón lo tienes ocupado... pero ojos sigues teniendo.

—¿Qué quieres que te diga? ¿Qué estás buenísimo?

—Sí.

—Pero si ya lo sabes.

—Quiero escucharlo de tu boca.

—Estas buenísimo. — dije bajando la voz en la última palabra —

—No te escucho Abril, ¿qué estabas diciendo?

—Que estas ¡buenísimo! — esta vez grité en la última palabra —

—Así me gusta, me voy a vestir.

Ya era hora, no podía quedarme quieta viéndolo así.

Y al rato salió vestido y esta vez bajamos y en vez de en el coche nos sentamos en unos escalones.

—¿Estás enfadado?

—¿Debería?

—Sí, es decir creo

—A ver Abril, sé que estás confundida porque no me enfado, solo necesito un tiempo para asimilar que solo somos amigos, nada más.

—Pensé que me dirías que no podías ser mi amigo, pero te lo has tomado bastante bien y gracias por lo de anoche.