Amor prohibido (1) ✔️

Capítulo 6 "Una noche para recordar"

—¿El qué?

—Esto — dije sacando la nota que estaba en el armario —

—Léela — y se fue —

—¡Jordi!

Y cerró la puerta. Me puse a leer la nota y decía que me pusiera el vestido negro. Finalmente hice caso a la nota y me lo puse con los tacones negros, me eche un poco de máscara de pestañas y salí del cuarto.

—¿Y bien? — dije al ver que Jordi no paraba de mirarme de arriba a abajo una y otra vez —

—¡Me has hecho caso!

—¿La nota la habías escrito tú?

—¿Quién si no?

—¿Y qué te parece? — dije dándome una vueltecita —

—Te queda mejor de lo que había pensado.

—Vaya gracias. — dije poniéndome roja —

Justo Mel y Marc salieron del cuarto y se quedaron sin palabras al verme.

—Abril joder, ¡vas preciosa! — me dijo Mel —

—Tú también Mel. — y Marc se notaba celoso —

—Tú también vas muy guapo bro.

—Alguien que se fija en mí.

—Yo ya te lo había dicho. — dijo Mel y después le dio un beso —

Y justo sonó el timbre, supuse que era Ale, que había salido de trabajar. Pero ¿no tenía llaves de su propia casa?

—¡Voy yo! — dijo Mel y cuando llegó abrió la puerta —

—Sí, otra vez no digas nada.

—¿Es Ale?

—Sí.

—¿No tiene llaves?

—Se me han olvidado.

—Y no es la primera vez. Anda pasa.

—Ale, ¿te vienes con nosotros de fiesta? — le dije yo —

—Estoy cansada, no hagáis mucho ruido al llegar.

Salimos y nos metimos en el ascensor.

—¿Quién conduce? — dijo Marc sacándose las llaves del bolsillo —

—¿Por qué tienes tú las llaves del coche de tu hermano? — dije sin entender nada —

—Nosotras no tenemos carnet.

—Mel, cállate. ¿Por qué tienes las llaves si no es tu coche?

—Abril, es su coche, solo quería impresionarte.

—Bueno, queda la cosa entre nosotros dos.

—¿Hablas en serio?

—Venga, conduzco yo que soy el mayor y os tengo que cuidar — dijo Jordi quitándole las llaves a su hermano — Venga, subid.

Todos hicimos caso a Jordi y nos subimos al coche, Marc y Mel detrás y yo de copiloto.

—¿Dónde vamos de fiesta?

—A la mejor discoteca de toda Barcelona.

Mel se asomó entre los asientos delanteros para decirnos algo a Jordi y a mí.

—Esta noche va a pasar algo entre vosotros, yo me encargo.

—Cállate tonta.

—No nos hace falta tu ayuda, cuñi — dijo Jordi giñándome un ojo —