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Mi padre me estaba preguntando sobre hacía un par de días, cuando nos vio bajo la lluvia a Jungkook y a mí. Simplemente le conté la conversación anterior, el tema de la verdadera Cirene y la Cirene como Reina. Mi padre sonrió y asintió lentamente.

—Sin duda es el indicado.

Claro que lo era.

—Por qué Haise y tú...

—Ya da igual, ya tomé una decisión.

Mi padre se levantó del banco algo húmedo del jardín. El día seguía nublado, seguramente llovería más tarde.

—¿Qué decisión?—grité viendo su figura alejarse.

—¡Cásate con él!—se dió la vuelta sonriente y volvió para darme un abrazo.

No estaba entendiendo nada de lo que estaba ocurriendo. Supuestamente ese era el plan, ¿Por qué estaba tan emocionado?

—Recuerda hacer caso a tu instinto. Él tiene razón, no quiero que te olvides quién eres y de dónde vienes. Recuerda que tu hermano es muy fácil de influenciar y por favor, cuida de él siempre. Crece mucho y no te rindas.

—¿Pero qué narices estás diciendo?—murmuré sin apartar los brazos de su cintura.

—Te quiero mucho.

—Yo también, papá; pero, ¿Por qué no me dices qué ocurre? Esto es muy raro...

—Lo habéis hecho, ¿verdad?

—¿El qué?

Sonrió ladinamente.

—Su hombría a entrado en ti y-

—¡Papá!

Me sonrojé como nunca. Me abracé a mí misma y desvíe la vista. Tocó mi estómago y sonrió.

—Voy a besar tu estómago imaginándome que mi nieto está ahí.

—¡Estás muy raro!

Besó mi estómago y volvió hacia el castillo después de decir que iba a ser un niño revoltoso como su madre y guapo como su padre.  Mi instinto estaba alerta, eso fue raro y la razón me inquietaba.


Después de tanto tiempo, pude volver a pasarme por la zona de tiro con arco. Allí visualicé a Lein hablando con un par de chicos más, estaban señalando la diana que se movía, esa que usaba yo.

—Hola.

Los cuatro se dieron la vuelta del susto. Lein sonrió y me abrazó con fuerza mientras el resto se inclinaba.

—¡Me debes una explicación!

—¡Lein! Estás hablando con la futura Reina —susurró uno de ellos tirando de mi mejor amigo.

—No os preocupéis, es mi mejor amiga, ¿Verdad?

Asentí. Extrañaba su loca energía. Me senté junto a él en el tablero de madera desde el cual el resto tiraba a la diana. Comencé con el tema del falso Rey, pasé por encima el día que me pillaron y acabé en la celda, aún más por encima mis interacciones con los de palacio y acabé con la última escapada con Jungkook al bosque saltándome obviamente cuando hicimos esas cosas.

—Entonces me mentiste.

—Sino no podría estar en las clases—murmuré.

—Aún no me creo que mi mejor amiga sea la Reina...

—Mejora con el arco para que seas mi guardia personal.

—¿Podría...?

—Tu mejor amiga es la Reina, recuérdalo.

El Secreto mal Guardado De La Corona- JK  Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora